“…Víspera de San Lorenzo
a la puesta del sol,
bajan a la Patrona
al Altar Mayor…”
(Coplilla anónima)
Y volverá, como cada día, a ser bañado el templo catedralicio, -sus muros-, por los últimos rayos del sol vespertino,… y volverán, también como cada día, a jugar los niños al balón en sus aledaños,… pero, bien lo sabemos los ciudadrealeños tanto de nacencia como de residencia, no será el atardecer de hoy como el de otro miércoles cualquiera. Hoy, aunque con la “mentirijilla” de la copla que quiere ser verdad poética, al caer de la tarde se abrirán, -entre estruendo de cohetes y algarabía de campanas-, las puertas de la iglesia catedral basílica ante la expectante espera de numerosos fieles; hombres, mujeres, niños,… familias completas,… Y es que hoy, víspera de San Lorenzo, bajan a Santa María del Prado, a nuestra Patrona, al Altar Mayor.
Se dispone la Reina de la ciudad a presidir las fiestas en su honor. Ojalá sean unos días de perfecta armonía, de auténtico entendimiento,… ojalá sean el prólogo de una paz mundial que tanta falta nos hace. Aunque este año -¿se acuerdan que por mayo celebrábamos el cincuentenario de su coronación canónica?-, será el de hoy un acontecimiento repetido, estoy seguro que volveremos a emocionarnos ante la presencia tan cercana de Santa María del Prado; no nos sorprenderá ver discurrir las lágrimas por los rostros; será lógico que la piropeemos,… y es que los ciudadrealeños cuentan, -contamos con ella-, y le presentamos nuestros buenos proyectos; imploramos su apoyo, su protección, sobre todo cuando nos acechan las dificultades;… Queremos, -y mucho-, a nuestra Patrona celestial. ¡Viva la Virgen del Prado!