El verano fue más caluroso de lo habitual, y no sólo por las temperaturas, que también, sino por el clima político que había subido considerablemente su tensión al conocerse que las negociaciones para una moción de censura contra la primer edil puertollanense seguían su curso, a pesar de que todos los ciudadanos de Puertollano conocían el momento político que algunos de estos partidos estaban viviendo en el seno de sus formaciones.
Durante varios meses –la moción se plantea en julio y no se descarta hasta finales de septiembre- los grupos de la oposición negociaban en el más absoluto secreto para intentar alcanzar un acuerdo en las líneas de actuación a futuro inmediato para la ciudad –quedaba año y medio para las próximas elecciones municipales-, pero también en el reparto de concejalías y en la persona que ocuparía el sillón de la alcaldía. Era precisamente en este asunto donde se encontraban los puntos más divergentes dado que una de las premisas sine qua non que IU puso sobre la mesa para iniciar esta negociación era no dar la alcaldía al PP, precisamente el partido que más representación tenía de concejales en el Ayuntamiento de Puertollano, de entre todos los participantes de esta moción de censura.
Las desavenencias a nivel político para llegar a un acuerdo que fijase quién sería alcalde o alcaldesa de Puertollano no lograron superarse, por lo que esta moción de censura nunca llegó a presentarse en el pleno de una ciudad que, al menos así se comentaba en muchos encuentros entre vecinos, lo que menos necesitaba era tener una mayor inestabilidad política. Finalmente, la cordura política y la falta de consenso hicieron que esta moción de censura se echara atrás ante la imposibilidad de conseguir un acuerdo en la alcaldía.
Mientras tanto, la primer edil puertollanense seguía trabajando por el futuro de Puertollano y ponía en marcha la Mesa de Coordinación Institucional, junto a gobierno de Castilla La Mancha y Diputación Provincial de Ciudad Real, para tratar los temas que más interesaban a Puertollano como era el desarrollo económico e industrial, así como poner “los pilares” para la construcción de un nuevo hospital.
En el plano industrial, el año 2017 se presenta como un “punto de inflexión” frente a la impaciencia por ver comenzar las obras de la anunciada Aurinka, proyecto que los ciudadanos llegaban a poner en tela de juicio al no ver que la nueva fábrica llegara a la ciudad –a tenor de los problemas que tenía en Galicia-; ha sido a finales de este año cuando se anunciaba y se presentaba en las antiguas instalaciones de Silicio Solar el inicio de las obras de FerroSolar, una industria que para Puertollano significa el retorno de las renovables que una tras otra fueron cayendo cual castillo de naipes.
En materia de renovables, también salta a la luz en este 2017 el interés de la empresa ENCE por ocupar las antiguas instalaciones de la central térmica de Elcogas, en proceso de desmantelamiento, como un pequeño halo de frescor a la decadencia de las eléctricas en la ciudad. Gas Natural Fenosa Renovables también anuncia una fotovoltaica entre Almodóvar y Puertollano.
Al mismo tiempo se inauguraba la biorrefinería Clamber, de manera oficial, para comenzar a trabajar a favor de la biotecnología con proyectos innovadores que se estudian, a escala industrial, en las instalaciones puertollanenses que pretenden ser todo un referente en Europa. Precisamente la economía circular forma parte de la esencia con la que Clamber comienza a andar para poder dar mayor ciclo de vida a aquellos residuos que se generan, sobre todo, en el campo.
Por otro lado, Puertollano vivió en el año 2017 un doloroso momento que toda la ciudadanía hizo suyo: era la muerte del pequeño luchador Sergio Roque. Su enfermedad, el Tay-Sachs, pudo finalmente con su vida a pesar de la lucha de este niño y de sus padres que, con mucho tesón y fuerza, lucharon para que su pequeño pudiera entrar a formar parte de los estudios que sobre esta enfermedad se estaban haciendo y encontrar en esta fase científica la estabilidad a esta rara enfermedad.
No podemos olvidar que este año que termina ha sido el que mayor contratación ha registrado a niveles de Planes de Empleo. Hasta 369 personas se contrataron a través de los mismos, familias que necesitaban urgentemente de un trabajo y que contaron con el apoyo del Ayuntamiento de Puertollano, la Diputación de Ciudad Real y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Tres administraciones que no dejaron de lado la realidad de estas personas, de estos ciudadanos de Puertollano, y que contrataron durante seis meses para trabajar en beneficio de la localidad de Puertollano. Si bien es cierto que no es un trabajo definitivo, sí supone una importante ayuda económica para las familias más necesitadas.
En el capítulo interno de los partidos políticos, las primarias que se disputaban en el PSOE a nivel nacional trajo hasta la sede socialista de Puertollano al ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero para mostrar su apoyo a Susana Díaz. Y sin salir del plano político, el 2017 fue el año en el que el Partido Popular nombró a una gestora del PP local ante la ausencia, en las formas, de una presidenta que había dejado descolgado a este partido tras su salida de la política local y regional. Finalmente la dirección provincial decidió nombrar a una gestora presidida por Francisco Luna, el último concejal que se había incorporado al grupo popular tras la marcha de Juan José Jiménez Prieto a la Subdelegación del Gobierno de Ciudad Real.
En definitiva, un gran año para recordar por los momentos históricos que se han vuelto a vivir en Puertollano y que, tan sólo cuando acaba el año, nos podemos dar cuenta de todo lo vivido durante estos últimos 365 días, con la esperanza de que en los próximos 12 meses se materialicen los deseos que han comenzado a hacerse realidad durante el año 17 del nuevo siglo.