Las altas temperaturas que año a año se superan a sí mismas y el ciclo de sequía que ya cumple tres años han adelantado (otra vez) hasta en 20 días el inicio de la recogida de uva en la provincia de Ciudad Real y en Castilla-La Mancha.Una aceleración en la maduración del fruto que ha motivado estampas cada vez más habituales en el mes de agosto.Coincidiendo con las primeras tres semanas de la corta de las variedades más tempranas, las primeras previsiones se han quedado holgadas pues el trabajo en lasviñas está consignando reducciones medias de un 30% respecto. Los efectos en secano serán de una rebaja de hasta el 40%, mientras que el viñedo con aportación de agua tendráreducciones menores de su carga. Pero a nivel comercial, la nota dominante es la calidad de la materia prima, que permitirá elaborar unos vinos que se adaptarán a los mercados más exigentes.
Tanto la Administración regional como las organizaciones agrarias y las cooperativas vinícolas coinciden en apuntar unos pronósticos a la baja,de unos 18 millones de hectolitros de vino y mosto en Castilla-La Mancha, tres menos sobre los 21,5 previstos en julio y un 20% por debajo de los 24,2 millones contabilizados el pasado año.
El escenario vitícola regional cuenta con una superficie de 450.000 hectáreas de viñedo (casi la mitad reconvertidas y reestructuradas) repartidas en 85.000 explotaciones y 8.000 viticultores, que ven cómo la uva tras su corta presenta unbuen estado sanitario. Los controles de trazabilidaden bodegas, que este año se ampliarán al alcohol de uso de boca y otros subproductos, están confirmando esta robustez.
En cuanto al mercado y a los precios, las fuentes consultadas esperan que, debido a laescasa cosecha a nivel nacional e internacional (gran caída de los países competidores) y a unas muy recortadas existencias de vino en bodegas y cooperativas (9 millones de hectolitros), los precios de la uva alcancen cotizaciones dignas y superiores a los de 2016.
Las primeras cotizaciones son rentables, con 6 pesetas el kilogrado para los blancos y 5,80 para los tintos en el ámbito de la DO de Valdepeñas, y una peseta menos en éstos en la DO Mancha, que representan alzas del 20%, poco para los productores.
Tras el inicio del trabajo en campo,el responsable del sector Vinícola de Cooperativas Agroalimentarias Castilla-La Mancha,Juan Fuente, reseña una bajada más acusadaen la producción regional, que no superará los 19 millones de hectolitros y que influirá a la baja en los 38,3 millones estimados a nivel nacional.
“La calidad de las uvas está garantizada”, reitera Fuente, que puntualiza que están “un poco desequilibradas por el sol y el calor” en el caso de las más tempranas -chardonnay, moscatel, sauvignonblanc, verdejo y macabeo-, mientras que a finales de mes llegará el turno de la recogida generalizada del resto de variedades
Reconoce el papel de las entidades vinícolas con la aplicación de estándares de calidad, que permitirán “recuperar mercado e introducirnos en sitios donde antes no estábamos”, así como celebra la reducción del rendimiento máximo declarable de 40.000 a 30.000 kg/ha, como método de control para prevenir y detectar posibles irregularidades en las declaraciones de cosecha realizadas.
“Los problemas hay que identificarlos y solucionarlos con la ley, aunque estos fraudes no nos afectan mucho en Castilla-La Mancha”, aclara.
Calidad estupenda
Por su parte, Pedro Alcolea, presidente de Asaja Socuéllamos, señala que en esta comarca tan vinatera llevan días vendimiando los tintos chardonnay, moscatel y tempranillos, y coincide en el diagnóstico en que el calor “ha agotado a las viñas ya lastradas”, si bien destaca “una calidad estupenda” por la ausencia de enfermedades y el estado óptimo de la materia prima.
Reconoce que las bajadas de producción alcanzan hasta el 40% en algunos puntos, tras verse frustradas“las esperanzas de llover 15 ó20 litros que podrían haber recuperado la cosechay el tamaño del fruto”.
Sobre mercados, Alcolea comenta el “buen” escenario para alcanzar precios “dignos”, aunque muestra su malestar porque en la zona de La Manchase estén firmando contratos “sin concretar cotizaciones”. En las operaciones, según dice, “no hay claridad en losacuerdos, que sólo recogen mínimos”. “En sitios como Extremadura entran uvas sin precios y aquí también”, por lo que pide a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) y a la Administración regional que “controlen” las operaciones. A su juicio, “hay un gran descontento, desmoralización e inquietud entre los agricultores que no sabena qué precios pagan los bodegueros”.
Recuerda que en Europa, la cosecha será muy inferior y “no es lógico que no se cumpla la ley de la Cadena Alimentaria como sí se hizo en 2016”.
Punto óptimo
Tras más de dos semanas de recolección de las variedades tintas de secano y parcelas de regadío ya maduradas con máquina y a mano, la cooperativa ‘El Progreso’ de Villarrubia de los Ojos también ha consignado descensos de entre el 15 y 20%. Su presidente, Cesáreo Cabrera, asegura calidad y punto óptimo de maduraciónen su uva, que está siendo contrastada con la medición de parámetros por el personal técnico de la bodega.
Así, se quedarán por debajo de los entre 90 y100 millones de kilos de uva de una campaña media y estiman 70 millones por los efectos la sequía. “Es el tercer año de fuertes calores y la uva no se desarrolla”, aunque al menos el grado “será más alto que un año normal”.
El 6 de septiembre, con la gran mayoría del tinto recogido, se centrarán en la blanca verdejo y macabeo y, tras el cierre del 7 al 12 por las fiestas, el 13 seguirán con la blanca más tardía de las variedades como la cabernet sauvignonblanc y posteriormente la airén.
A nivel comercial, iniciarán una campaña con operaciones conjuntas dentro del grupo Vidasolque sumarán 200 millones de kilos de uva. La cooperativa de segundo grado está compuesta por las fundadoras ‘El Progreso’ y ‘Los Pozos’ (Daimiel), y por la Sociedad Cooperativa Oleovinícola de Castilla-La Mancha ‘Campo de Calatrava’ de Bolaños y las toledanas ‘Castillo de Consuegra’, de Consuegra, y la Cooperativa ‘Cristo del Prado’, de Madridejos.
Desde el día 9
Por su parte, Rafael Torres, presidente de la cooperativa más grande de Europa, ‘Virgen de las Viñas’, en Tomelloso, recalca “el buen estado sanitario” de la uva que están recogiendodesde que el pasado 9 de agosto iniciaran la vendimia por la noche y la madrugada.
Es el turno de la uva varietales chardonnay, sauvignon y macabeo, con “un 20% de media menos”, por el exceso de calor y la falta de lluvias, que “no son las condiciones óptimas”, apunta Torres.
De seguir esta tendencia cuando la recolección se generalice entre las variedades autóctonas no superarán los 200 millones de kilos de uva (en 2016 registraron 232 millones).
En esta gran cooperativa, la calidad está asegurada, tal y como lo reflejan los controles técnicos para comprobar la actividad fermentativa de la uva, además de la temperatura.
En plena actividad
Por su parte, el joven viticultor Malagonero Víctor Moraleda, está en plena faena para recoger la uva de sus 20 hectáreas de viñas, entre tempranillo, verdejo, macabeo y airén, y también coincide en diagnosticar una campaña “muy corta pero de calidad excelente”. La menor producción, asegura, debería garantizar unos precios “rentables”.
DO La Mancha
Desde la DO La Mancha confirman que la vendimia en su ámbito ya lleva varias semanas, con la provincia de Ciudad Real como la más temprana en la recolección.
Según la interprofesional, la Cooperativa ‘Cristo de la Vega’, deSocuéllamos fue una de las primeras, igual como ‘Vinícola de Tomelloso’, de Tomelloso, que inició el pasado 2 de agosto la recolección de la chardonnay. Su director técnico, según el CRDO, Javier Nieto, señala un adelanto considerable para la tempranillo, pero cree “que los vinos blancos tendrán muy buena respuesta en el tiempo, ya que el Ph en la uva está siendo más bajo que otros años”.
Las fuentes de la interprofesional vinícola con más volumen de España también destaca “la concienciación por la calidad de uva que se ha convertido en una realidad patente en la totalidad de las bodegas manchegas inmersas ahora en la vendimia”.
Desde Vinícola de Castilla, de Manzanares están recepcionando desde el 3 de agosto uvas de variedades tempranas como la blanca moscatel con 12,5 grados Baumé y 6 grados de acidez, dentro una “pauta de trabajo razonable y planificada para estabilizar y embotellar el vino”, sostiene el gerente de la sociedad, Alfonso Monsalve.
La entidad procesará entre 15 y 16 millones de kilos de uva con los que “dimensionará” más sus enseñas como Olimpo o Pago Peñuelas para “comercializar con eficiencia”.
Monsalve lanza un mensaje claro sobre que “los precios no deben ser bajos” ante una “oferta de calidad” y con el fin de “ser eficientes”.
Igualmente, desde lamanchawines.com señalan que en la cosecha 2017 se reducirán, con toda probabilidad, los rendimientos medios del año pasado en la DO La Mancha, con 8.219,65 kg/ha en espaldera y 5.667,96 kg/ha para el viñedo en vaso.
Recuerdan que “cualquier movimiento de uva entre regiones es sólo legal si se trata de vinos sin Denominación de Origen, puesto que para que un vino pueda estar a esta indicación de calidad las uvas deben proceder íntegramente de dicha denominación de origen”.
DO Valdepeñas
En el marco de la Denominación de Origen Valdepeñas también lleva iniciada días la vendimia y hasta el pasado domingo las ocho bodegas abiertas habían recogido 3,2 millones de kilos de uva tinta y 2,2 millones de blanca de las variedades de ciclo más corto.
La Asociación Interprofesional ha estipulado unas medidas para “mejorar la trazabilidad del producto desde el campo hasta la copa”, proporcionado una “total y absoluta seguridad para el consumidor, en palabras del presidente Jesús Martín.
Trazabilidad y control
Castilla-La Mancha tiene implantado el sistema de pago de la uva en función de la calidad, a través de la aplicación de unos criterios técnicos que permiten elaborar los vinos que demandan los mercados.
Las entidades vinícolas aplican desde el año pasado un plan de trazabilidad, que se suma a loscontroles que desde hace años realizan cooperativas y bodegas con la medición de parámetros como el pH, la acidez, la potasa y el glucónico (éste identifica el nivel de podredumbre de la uva).
No basta con constatar la ausencia de enfermedades y observar el buen calibre organoléptico de la materia prima, a pesar del calor registrado en primavera y verano, sino que es precisa la medicióncualitativa del grano y su plasmación en datos.
Ello conlleva la implicación del sector vinatero, que comienza con la concienciación de los productores para cuidar el cultivo en todas las fases de producción. De esta manera, obtendrán una uva de la máxima calidad que repercutirá en los precios de la fruta en origen y, posteriormente, en los del vino.
Cooperativas Agroalimentarias Castilla-La Mancha recuerda que las normas genéricas encaminadas a la diferenciación de la calidad de la uva a la entrada de bodega tienen varias líneas. Hay bonificaciones en el cumplimiento los parámetros técnicos, la reducción del máximo declarable de 40.000 a 30.000 kg/ha, la gestión anticipada de la vendimia mecanizada; y las penalizaciones por defectos en el estado sanitario de la uva.
