El programa de acogida de niños ucranianos afectados por las consecuencias del desastre nuclear de Chernóbil coge cada vez más fuerza en la provincia de Ciudad Real. La asociación CREAN (Ciudad Real en Ayuda al Niño) confirma la acogida de 50 niños ucranianos por familias de toda la provincia este verano.
Al igual que sucede con el programa Vacaciones en Paz de acogida de niños saharauis, la llegada de menores ucranianos está favorecida por la implicación de la Diputación provincial para costear cada uno de los pasajes de avión, que asegura la gratuidad para las familias.
Aumenta el número de acogidas
El presidente de CREAN, Ramón Serrano, señala que este 2017 Ciudad Real aumenta el número, ya que tradicionalmente han llegado a la provincia unos 45 niños cada verano. Este año, tras cubrir las 45 plazas, la asociación decidió aumentaro hasta 50, e incluso confirman que ya tienen familias en reserva para el año que viene.
La llegada de los niños ucranianos será el próximo 8 de julio y permanecerán en España hasta el 22 de agosto. La mayoría tienen edades comprendidas entre los ocho y los doce años, aunque hay alguno mayor, de hasta 17 años, con relaciones continuadas con algunas familias. Así pues, la mayoría de las familias son repetidoras, excepto 15 nuevas.
El reparto de chavales será también por toda la provincia, en poblaciones grandes y pequeñas, como Valdepeñas, Almedina, Alcázar de San Juan, Miguelturra, Arenas de San Juan o Villarrubia de los Ojos. Aparte de la capital, Puertollano destaca por ser una de las principales receptoras.
Todos son seleccionados en la Casa de los Niños de Kiev, que contó con el apoyo de la Diputación provincial y el Ayuntamiento de Ciudad Real para su construcción. Las religiosas que gestionan el espacio hacen de enlace con la asociación CREAN, probablemente una de las organizaciones que más colabora en la acogida de niños ucranianos de toda España.
Comida saludable, chequeos médicos y un ambiente sin radioactividad
El presidente de CREAN insiste en que “hay muchas razones para seguir adelante” y habla de la importancia de participar en este programa de acogida, que permite sacar a los niños de la radioactividad que persiste en Ucrania como consecuencia del desastre de Chernóbil y que además ahora sufren las carencias propias de la guerra.
Así pues, Ramón Serrano hace referencia a que, “a pesar de que la guerra en el Este contra Rusia ya no es noticia, raro es el día que no mueren dos o tres personas”, al mismo tiempo que alude a la precariedad de la economía y a la existencia de muchas familias desestructuradas.
Después de pasar dos meses en Ciudad Real, Ramón Serrano destaca que “contrasta mucho la imagen de los niños”, que en general aumentan de peso tras de tener una alimentación adecuada, estar en un clima sin radioactividad y recibir el cariño de las familias ciudarrealeñas. “Los niños pasan a ser un miembro más de la unidad familiar y luego incluso las familias mantienen el contacto durante todo el año vía Skype”, explica.
Además, los niños ucranianos tienen chequeos médicos gracias a la colaboración del Sescam y la asociación CREAN organiza un gran número de actividades durante todo el verano, que incluyen desde campamentos a días de piscina.