La sección primera de la Audiencia Provincial ha condenado a cinco años de cárcel a Julián R.R., y a dos a su supuesto colaborador, Agustín V.A., por la vinculación de ambos con la plantación de marihuana que la policía desmanteló en la Huerta de Mamello de Alcázar de San Juan el verano pasado.
De nada ha servido que Agustín exculpara en el juicio a Julián, el supuesto cerebro de la trama, y asumiera toda la responsabilidad. El tribunal entiende que Julián R.R., con antecedentes por tráfico de drogas, ocupó de acuerdo con él la Huerta de Mamello (un paraje abandonado por sus dueños) y se dedicaron a montar una plantación de marihuana de cierta importancia, en la que la policía halló en agosto del año pasado unas doscientas plantas.
En un registro posterior en la misma operación agentes de la Policía Nacional de la comisaría de Alcázar encontraron también 200 gramos de cocaína ocultos bajo una piedra en una de las fincas en las que este hombre, sin actividad laboral reconocida, tenía animales.
10.500 euros en metálico y no trabaja
Además encontraron 10.500 euros en metálico en su casa y otros indicios que para el tribunal son una prueba clara de que su principal laboral era el tráfico de drogas.
Los policías nacionales de Alcázar que dirigieron la investigación explicaron en el juicio, que se celebró a primeros de junio, que llegaron a la plantación por una operación contra el tráfico de drogas anterior. En junio del año pasado detuvieron a dos presuntos traficiantes en la calle Cánovas del Castillo de Alcázar.. Siguiendo el hilo de los contactos de estos para tratar de averiguar quién les suministraba la marihuana llegaron hasta la Huerta de Mamello dos meses depués.
La pista, en Youtube
Un video de la celebración de un cumpleaños en la finca de Julián, colgado en Youtube, en el que también aparecía Agustín, mucho más joven, puso a la policía tras la pista de estas dos personas.
Empezaron a seguirles y comprobaron que uno ellos (Agustín) pernoctaba en la Huerta de Mamello, de la que salía “un fuerte olor a marihuana, aunque las plantas no estaban a la vista”, y que el otro individuo iba de vez cuando por allí (los pillaron juntos en una ocasión).