J.M.M.C., de 39 años y vecino de Argamasilla de Calatrava, ha sido juzgado hoy ante la Audiencia Provincial por abusar de la hija de 11 años de la mujer con la que convivió en el año 2015 en esa localidad. Lo llamativo del caso es que fue él mismo el que por error (no lo ha aclarado) le mandó a su pareja un video de trece segundos en el que se le ve tocando a la niña. Entonces la mujer le pidió explicaciones, discutieron, le pegó y ella acudió a la Guardia Civil para denunciar malos tratos y facilitó el video de los supuestos abusos a su hija. Así empezó el procedimiento que se ha juzgado esta mañana en la Sección Primera a puerta cerrada.
El abogado del acusado Ángel María Rico ha solicitado al tribunal que anule la prueba de la grabación, porque no se obtuvo con las garantías que marca la Ley de Enjuiciamiento Criminal “y además se vulneran derechos fundamentales”.
Rico, el quinto abogado que defiende al acusado por el turno de oficio, considera que la investigación se hizo de manera precipitada, sin esperar a la detención, “y por lo tanto sin darle la posibilidad de estar presente con abogado en el visionado y volcado de unos datos de carácter personal”.
Esta parte, que pide la absolución, ha introducido en su alegado final una conclusión alternativa –en el caso de que no se anule el video-, en la que considera que de ser culpable de algo sería sólo de lo que se ve en la grabación y la pena a imponer sería de entre 2 y 6 años de prisión como máximo.
El del video y cuatro presuntos abusos más
Las acusaciones por su parte consideran probado que hay más abusos, aparte del que se ve en la grabación, como contó en su día la niña que esta mañana lo ha vuelto a relatar ante el tribunal. Se supone que J.M.M.C. iba por las noches a la habitación de la menor y abusaba de ella. Según la denuncia lo hizo hasta cinco veces en un mes (noviembre del año 2015), pese a las suplicas de la niña que le pedía que la dejara en paz.
“Las pruebas con concluyentes y claras”, ha explicado Dámaso Arcediano el abogado de la acusación particular al final del juicio. Esta parte reclama 12 años de cárcel, como la fiscalía, por un delito continuado de abuso sexual y exige una indemnización por daños morales para la menor de 20.000 euros, el doble que la fiscalía.
J.M.M.C. , que sólo ha respondido a preguntas de su abogado, está en prisión preventiva desde el 2 de diciembre de 2015. En este lapso de tiempo también ha sido condenado por un delito de maltrato habitual con trabajos en beneficio de la comunidad por el incidente con su ya expareja.