El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos “Alfonso X El Sabio”, Aurelio Borja, asegura que las obras de semipeatonalización que el Ayuntamiento ha llevado a cabo, financiadas con cargo al Plan E del pasado año, en la céntrica calle Montesa “son una chapuza nacional por la que hay que pedir responsabilidades a quien corresponda”.
En declaraciones a Lanza comentó que “no es de recibo” que después de casi cuatro meses de ejecución de las obras de arreglo de la calle, con el consiguiente trastorno ocasionado a los vecinos, comerciantes, bares y restaurantes situados en la citada calle, ahora, dos meses después “la calle presente el aspecto actual, con todo el pavimento levantado, sin iluminación y convertida en una zona de aparcamiento improvisado de coches y camiones para carga y descarga”.
Recordó que esas obras han tenido un coste de más de 200.000 euros “de dinero público, del dinero de todos” que, añadió, no se puede “tirar” y menos en la situación de crisis económica que estamos atravesando.
Aurelio Borja añadió que, a su juicio, el equipo de Gobierno ha actuado en esta calle “con falta de previsión de futuro” y sin saber muy bien si quería convertirla en una calle peatonal o semipeatonal.
El presidente de la federación local de asociaciones de vecinos cree que en esa falta de previsión reside la causa del estado actual de la calle ya que, explica, el pavimento que se empleó no era el adecuado para soportar el paso del transporte público ni de los camiones cargados que, necesariamente, tienen que atravesar la calle para abastecer a los bares y comercios y, sobre todo, para descargar en el Teatro Quijano.
Insistió en que es necesario pedir responsabilidades “a quien corresponda” y apeló al equipo de Gobierno del Ayuntamiento a que, cuanto antes, de una solución “definitiva y duradera” a la actual situación de la calle.
El tráfico, colapsado
En otro orden de cosas, Aurelio Borja comentó que de forma paralela la semipeatonalización de la calle Montesa ha generado un importante problema para el tráfico en el centro de la ciudad, sobre todo entre las calles Tinte y Ciruela.
En términos generales, Borja recuerda que el comentario general de la ciudadanía es que en esta ciudad “es imposible aparcar” y que parece que el Ayuntamiento está más preocupado por recaudar dinero que por dar servicio a los ciudadanos que pagan sus impuestos.
Los comerciantes, indignados
Los comerciantes de la calle Montesa no salen de su asombro al comprobar, cuando apenas han pasado tres meses desde que finalizaran las obras de arreglo de la calle, en que situación se vuelve a encontrar el pavimento, los pequeños maceteros instalados o la iluminación.
Ana Puebla ha explicado a Lanza que es una “triste pena” que se haya tirado el “dinero de todos” en un proyecto de reforma de la calle en el que, a su juicio, lo primero que ha faltado ha sido previsión y un estudio serio que pusiera sobre la mesa la conveniencia o no de hacer esta calle peatonal, “porque a la vista de lo que ha ocurrido habría bastado sólo con ensanchar las aceras”.
Puebla lamentó también que la calle se haya convertido en un aparcamiento improvisado de vehículos. En la misma línea se pronunció también la responsable de Adolfo Domínguez, Charo Palmero, quien recuerda el gran perjuicio que ocasionó a los comerciantes los casi cuatro meses que duraron las obras y pide una solución “rápida y eficaz” que no pase por levantar de nuevo todo el pavimento.