‘Éxodo’, el nombre no puede ser más idóneo para los que lo llevan por bandera, un grupo de trece reclusos del centro penitenciario de Herrera de la Mancha que ofrecieron ayer un concierto de toques pop y raices flamencas para 120 compañeros de celda, en una tarde emotiva, por lo desgarradoras que suenan las voces, y los intrumentos, cuando quienes las usan están privados de la libertad.
Ellos fueron casi como estrellas de la música sobre el escenario del salón de actos de la prisión manzanareña. La otra gran estrella fue la cantante Cristina del Valle, una mujer tan conocida por sus canciones como por su tenaz lucha por conseguir que no se violen los derechos de las mujeres.
Porque el concierto era un homenaje y un recordatorio de todas las mujeres, tantas, que han muerto a manos de sus maridos, parejas, o ex parejas.
Y hay una cuarta protagonista, la Virgen de la Merced, que se celebra hoy, en cuyo honor tuvo lugar el concierto que los reclusos, los que estaban sobre el escenario y los que estaban sentados con el ritmo metido en los oídos, y saliendo por las manos, a modo de palmas, y por las piernas, a modo de cajas flamencas, disfrutaron enormemente.
No hubo canciones sobre la libertad, bastaba con el nombre del grupo, y sí música contra la víctimas del terrorismo y especialmente del 11-M, a quienes los miembros del grupo dedicaron el tema ‘Jueves’, de Amaia Montero. Fue éste un momento emotivo, apoyado en diapositivas de aquel trágico día, que fue muy aplaudido por todos los presentes.
Luego llegó el turno de ‘María se bebe las calles’, una canción de Pasión Vega sobre el maltrato a las mujeres, que sonó, en la voz de uno de los presos, más emocionante y reivindicativa que la original.
El momento más esperado fue cuando Cristina del Valle subió al escenario para cantar con el grupo ‘Éxodo’ una de las canciones de su último disco (‘Tiempos rotos’) titulada ‘Rescatar una ciudad’, un tema que habla de las mujeres desaparecidas en Ciudad Juárez (México), lugar que la propia cantante estuvo recorriendo para comprobar los estragos de la violencia en las mujeres mexicanas.
Cristina del Valle, que como buena artista supo conectar y acercarse a su público en su interpretación, fue muy aplaudida por los 120 presos comunes de los módulos II y IV y por los propios componentes del grupo musical.
‘Éxodo’, cuyos miembros llevan poco tiempo ensayando y carecían de experiencia previa en otras bandas, se ha acoplado perfectamente. Juan José Amador, un andaluz que está en prisión preventiva, contó que el grupo nació de casualidad, “en la misa” y que poco a poco se fueron animando: “Como dicen que la música alegra los corazones, ¿qué mejor que un preso le cante a otro preso para que pueda alegrarse los días malos que tenemos aquí?”.
Amador contó por qué se llamaban ‘Éxodo’: “Somos cristianos evangélicos y leyendo el pasaje de la Biblia sobre el éxodo, nos dimos cuenta que era un buen nombre, porque significa salida, libertad”.
Justo Torres, uno de los dos guitarristas del grupo, dijo que la de ayer era una jornada para “pasarlo lo mejor posible dentro de estas cuatro paredes y agradar a nuestros compañeros”, para que se vea que “no todo aquí es malo”.
El lunes pasado ya dieron un recital en la cárcel de Alcázar de San Juan. El próximo día 29 repetirán actuación en el mismo escenario que ayer, pero esta vez ante un público diferente, los presos de los Módulos I y III, y familiares.
Justo reivindicó que el concierto suponía “una voz de ayuda y de aliento a esas mujeres” que han sufrido violencia de género.
El concierto, que contó con la participación de Yolanda, una ‘bailaora’ que es amiga de algunos miembros del grupo, continuó, tras la actuación de Cristina del Valle, con canciones que fueron palmeadas y coreadas por los 120 presos comunes.
Temas como ‘Yolanda’, ‘Volver o ‘En tu ventana’, sonaron estupendamente en las voces de Ramón, Tete y Churre. También hubo tiempo para solos de guitarra a cargo de Justo Torres. Tras el concierto, que acabó por encima del horario previsto, todos los presos se fueron a cenar, seguro que rememorando el gran concierto que habían vivido, un oasis de felicidad dentro de un mundo duro.
Del Valle: “Las mujeres tenemos el derecho a vivir en paz, en libertad y sin violencia”
la presidenta de la Plataforma de mujeres artistas contra la violencia de género, Cristina del Valle, además de destacar el “placer y el honor” que suponía estar en Herrera de la Mancha.
“Quiero que con mi música y los acordes de los compañeros músicos que están en prisión, lancemos un mensaje desde la sociedad, desde las prisiones de este país y desde los medios de comunicación, de que la lucha contra la violencia a las mujeres tiene que ser una prioridad para el mundo”, afirmó la artista, para quien “construir un mundo justo pasa por acabar con la violencia y porque la igualdad sea la clave fundamental”.
“Estamos para luchar desde las cárceles y las instituciones por un mundo igualitario y un mundo justo, porque las mujeres tenemos el legítimo derecho a vivir en paz, en libertad y sin violencia”, sentenció del Valle.
Por su parte, la consejera de Cultura, Turismo y Artesanía, Soledad Herrero Herrero les transmitió a los presos de Herrera de la Mancha “un mensaje de ánimo y esperanza”, y les ha comunicado que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se han aportado “cien libros para la biblioteca” del centro. También quiso reconocer la labor de Cristina del Valle “en defensa de la dignidad de las mujeres y de todos los colectivos que lo necesitan”. Asimismo, la titular de Cultura ha felicitado al director del centro, Enrique Valdivieso, por las numerosas actividades que están realizando a lo largo de este mes, porque “la cultura es la dignidad del ser humano”, señaló.
A este respecto, el director del centro expresó su agradecimiento al Gobierno de Castilla-La Mancha por participar en esta actividad, un festival de flamenco en homenaje a las mujeres que sufren víctima de la violencia de género, “una lacra que nuestra intención es trabajar para combatirla y erradicarla de esta sociedad”.