El Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI) de Sevilleja de la Jara (Toledo), dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, logró en 2017 criar en cautividad a las tres grandes águilas ibéricas: el águila imperial ibérica, el águila perdicera y el águila real.
Así lo han explicado fuentes del CERI, que han comentado que, por primera vez en el mundo, un mismo centro de estudios e investigación alcanza este objetivo.
Durante la primavera de 2017, en las instalaciones del CERI se produjo el nacimiento de dos ejemplares de águilas perdiceras, dos águilas imperiales y tres águilas reales, todas ellas procedentes de la cría en cautividad a partir de ejemplares irrecuperables.
En el caso del águila imperial ibérica, catalogada en ‘Peligro de Extinción’, ésta es la segunda vez a nivel mundial que se consigue reproducir la especie en cautividad, gracias al trabajo del doctor Juan Manuel Blanco, de la Fundación Aquila.
Blanco llevó a cabo el proceso de inseminación artificial realizada a una de las hembras del CERI con esperma de un macho de 13 años de edad, también irrecuperable, que forma parte del programa de cría desarrollado por esta Fundación en las instalaciones que posee en Oropesa (Toledo).
La primera vez en el mundo que la especie crió en cautividad con éxito fue en 2011, también en el CERI, con el nacimiento de un pollo hembra, a partir de inseminación artificial. Hasta la fecha el CERI es el único centro en el que la especie ha sido criada en cautividad.
Las crías de águila imperial y perdicera viven ya en el medio natural
Los pollos de imperial se han desarrollado con normalidad y fueron liberados en el medio natural mediante la técnica de ‘fostering’, introduciéndoles en nidos adoptivos de campo que reunían las características adecuadas para acogerlos, es decir, con un solo pollo de edad similar y abundancia de alimento en la zona.
Los padres adoptivos finalmente aceptaron a las crías, finalizando con normalidad su desarrollo y su proceso de dispersión juvenil como cualquier otro pollo nacido en el medio natural.
Respecto al águila perdicera, especie igualmente catalogada en ‘Peligro de Extinción’ en Castilla-La Mancha, en el CERI han nacido esta temporada dos pollos mediante fecundación natural a partir de adultos irrecuperables.
Los pollos fueron criados por sus padres en las instalaciones del centro y liberados en el medio natural en Montes de Toledo, el pasado 9 de mayo, mediante la técnica de crianza campestre o hacking.
Ambos pollos fueron previamente radiomarcados con emisores GPS para conocer sus movimientos y, a fecha actual, continúan con normalidad su adaptación a la vida en libertad.
La cría en cautividad de esta especie ya se produjo en el CERI en 2004, con el nacimiento del macho Uli, aunque en este caso la fecundación se produjo por inseminación artificial.
El centro asiste a 700 animales al año
También han nacido en el CERI este año mediante fecundación natural tres pollos de águila real, especie catalogada como Vulnerable, en menor grado de amenaza, aunque esta especie cría en cautividad con más facilidad y ya se ha reproducido en el CERI en años previos.
Las mismas fuentes han explicado que uno de los pollos murió en los primeros días, pero los hermanos crecieron normalmente y fueron cedidos a la asociación Grefa para su inclusión en un programa de reintroducción de esta especie en el Parque Natural de Xurés, en colaboración con la Xunta de Galicia.
El CERI de Sevilleja de la Jara es un centro de recuperación de fauna amenazada pionero en Castilla-La Mancha, en el que ingresan por diversas causas unos 700 animales al año.
Además de las funciones propias de recuperación de fauna, realiza actividades de educación ambiental, actuaciones forenses en materia de uso ilegal de venenos y colabora en el proyecto Life+Iberlince en el programa de reintroducción del lince ibérico, entre otras actividades.
