La temida xylella fastidiosa, la bacteria que arrasa cultivos conocida como el ‘ébola del olivo’, no ha llegado a Ciudad Real ni a Castilla-La Mancha.
La alerta está activada en otras regiones de España como la Comunidad Valenciana e Islas Baleares, donde están detectando numerosos focos muy difíciles de controlar por la agresividad la plaga.
En Ciudad Real, el Departamento de Sanidad Vegetal de la Dirección provincial de Agricultura y Medio Ambiente y Desarrollo Rural viene realizando prospecciones de plantas de olivo, vides, frutales y ornamentales en viveros y en campo, con resultados negativos.
“Ni hemos tenido otros años, ni tampoco ahora”, comentó a lanzadigital Teresa Ruiz de la Hermosa, que advirtió del “amplio rango de hospedantes” de la bacteria que se está expandiendo en zonas del Mediterráneo de los leñosos a las plantas ornamentales.
“Se trasmite a través de un vector, que es un insecto que lleva el patógeno en su aparato bucal y pica en la planta, se lo trasmite y la enferma”, explicó la técnica.
El avance de la enfermedad, según la jefa de negociado de Sanidad Vegetal en Ciudad Real, emerge en plantaciones de entornos con temperaturas no demasiado frías, como es el caso de las costas mediterráneas, en el este de España, y en la Costa Azul, y en ciudades y comarcas como Córcega, Niza y La Provenza.
“Hay positivos confirmados en Alicante en almendros, y en Baleares donde le está afectando a más especies”, comentó la experta, mientras que en los cultivos de la provincia y la comunidad castellano-manchega la aterradora bacteria nunca ha estado presente.
El mensaje es muy tranquilizador “para el olivo de Ciudad Real y la región, que es lo que más preocupa”, porque “no se ha detectado esta plaga y todo es negativo”.
Vid, patata y melón
Ruiz de la Hermosa comentó, igualmente, otras exploraciones que realizan en la provincia desde el departamento público para el seguimiento de plagas de cuarentena, entre la que hay una veintena de más relevancia.
Por ejemplo, en la vid la Flavescencia dorada “no se ha constatado”, así como en patata tampoco han detectado la estancia de Ralstonia solanacearum y Clavibacter michiganensis, podredumbres que pueden llegar a ser devastadoras, o la pulguilla del género Epitrix, que también representa una amenaza a esta hortícola.
Igualmente, realizan controles en vivero del melón, cuya campaña se encuentra próxima a su finalización, para detectar la posible de síntomas de diversos virus, como el temido Nueva Delhi, en las últimas dos campañas ‘limpias’, frente a los grandes daños que provocó en la de 2015.
Por último, la técnica aconseja a los productores acudir a viveros autorizados, registrados y con sus correspondientes pasaporte fitosanitarios “para tener los menos riesgos posibles”.