El 12,6 por ciento de la población adulta de Ciudad Real es ‘inatenta’. Esta es la principal conclusión del estudio que han llevado a cabo en los últimos meses 205 alumnos de la Facultad de Educación y que lleva por título “Aproximación a la prevalencia de adultos con la condición de inatento”.
Dirigido por el profesor asociado del departamento de Pedagogía, Ángel Luis González Olivares, con la colaboración de la división de Investigación y Estudios del Grupo ALBOR–COHS, el interés de este estudio radica en que es el primero en Europa que sobre la inatención se realiza en personas adultas.
El profesor ha resaltado, en declaraciones a Lanzadigital, que las principales conclusiones de este trabajo son que casi un 13% de la población general es inatenta, no hay diferencias entre sexos, es una condición congénita, que no se puede eliminar aunque sí se puede trabajar con ella, y que es falso que sea un factor de riesgo de fracaso escolar.
Estudios y prevención
En este sentido, explica que si se toman en consideración otros estudios que sugieren un gran número de evidencias acerca de la influencia de la condición de inatentos en el bajo rendimiento y fracaso escolar en los primeros tres cursos de la Educación Primaria, “estimamos que los profesores, directivos de colegios y autoridades educativas de la Administración, deberían ampliar estos estudios de prevalencia y establecer protocolos de detección, temprana, en el primer o segundo curso de Primaria, para así disponer las medidas socioeducativas pertinentes al objeto de prevenir el bajo rendimiento y/o el fracaso escolar de estos alumnos, con el riesgo de desmotivación y deterioro de su percepción de competencia y autoestima”, añade.
¿Hiperactivos o inatentos?
El profesor Ángel Luis González explica que ambos grupos presentan diferencias muy significativas. En este sentido explica que desde finales del pasado siglo se les ha catalogado igual, es decir, personas hiperactivas o con TDH “y dentro de ellos, como un subgrupo, los inatentos”. Es más, la Asociación de Psiquiatría de EEUU así los sigue catalogando cuando, insiste González, se trata de dos grupos muy diferenciados.
Así, en el estudio se recoge que si bien los hiperactivos muestran una pauta temperamental de gran actividad motriz, brusquedad y rapidez en sus movimientos, escasa atención a cualquier tipo de tarea o déficit de atención a tareas motrices, las personas inatentas manifiestan unos comportamientos totalmente diferentes, entre los cuales destacan una gran lentitud al llevar a cabo cualquier tipo de tarea motriz, una notable lentitud cognitiva que se pone de manifiesto con una significativa tardanza en responder a preguntas, a expresar sus ideas, a comprender instrucciones…, y una torpeza evidente para darse cuenta de los detalles importantes de las cosas o de las situaciones, unido a frecuentes episodios de ensimismamiento, de “estar en las nubes”…
Como resultado de estas investigaciones, explica Ángel Luis González, se ha ido constituyendo un grupo de profesionales e investigadores en diversos países que, rompiendo con la uniformidad impuesta por la Asociación Americana de Psiquiatría, tratan de difundir entre los profesionales de la educación y de la medicina la convicción, basada en la evidencia, de que ambos grupos se deben estudiar por separado y elaborar instrumentos de detección e identificación, así como, desarrollar métodos de tratamiento diferentes.