AMENABAR
21 |
BM ALARCOS
23 |
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Gorka Berridi, Ander Atorrasagasti (2), Íñigo Etxaniz, Ohian Balenciaga (2), Markel Aizpitarte, Mikel Martínez (1), Julen de Carlos, Mikel Iraeta (1), Xabat Olaizola (3), Mikel Beristain (1), Josu Atorrasagasti (3), Mikel Amilibia (2), Eneko Goenaga (2), Andoni Zubeldia (3), Jokin Jiménez (1). | Fran Revuelta, César Beret (3), Vicente Poveda (1), Juan Lumbreras, Julián Portero (2), Manuel Díaz (2), Javi de la Cruz, Martín Molina (6), José Juan Serrano (2), Fran Vidal (2), José Javier Candeleda (1), Brian Negrete (3), Jorge Maestre, Victoriano Alises (1), Julián Granados, Roberto Giménez. |
ÁRBITROS Hoz Fernández y Riloba Pereda. Exclusiones: Ander Atorrasagasti; Beret y Lumbreras (2). |
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PARCIALES CADA 5 MINUTOS 2-2, 4-2, 4-4, 8-7, 10-10, 11-11, descanso, 12-12, 13-15, 15-15, 17-16, 18-20, 21-23 y final. |
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INCIDENCIAS Municipal de Zarautz. 350 espectadores. |
El BM Alarcos Ciudad Real alimenta su sueño de los play off de ascenso tras conseguir una nueva victoria a domicilio, en esta ocasión muy sufrida y trabajada pero no por ello menos meritoria, ante un necesitado Amenabar Zarautz KE que peleó su suerte sin descanso y hasta el final.
El choque comenzó con mucha tensión defensiva por parte de ambos, con los vascos apretando fuerte atrás aunque sin poder frenar el potencial de un Martín Molina que en buena conexión con el pivote y aprovechando los espacios mantuvo a los visitantes por delante en los primeros compases de partido, 1-2, pero una primera inferioridad alarquista y la dureza defensiva local trajeron consigo la primera alternancia en el marcador, 3-2 superado el minuto cinco. Los de Javi Márquez estaban espesos en ataque ante un oponente que se sentía cómodo en el cuerpo a cuerpo jugando siempre con la permisividad arbitral y muchas veces transapasando la línea de lo legal. Así cumplido el minuto diez, 4-3, sólo el lateral argentino había visto puerta por parte alcarreña.
El duelo prosiguió trabado, con mucho contacto físico y con un Amenabar Zarautz KE que jugaba sin alarde alguno pero sin dar una bola por perdida. Los locales basaban su juego en la fuerza grupal y con un juego básico pero coral se mantuvieron por delante en el luminoso durante muchos minutos, pues el Alarcos no conseguía abrir la defensa y salvo Molina o algún detalle de la velocidad de Negrete nadie conseguía marcar las diferencias, 9-8 superado el minuto veinte.
En la parte final del primer periodo los locales no variaron su forma de afrontar el encuentro e incluso los contactos físicos se incrementaron, por lo que al marcador le costó moverse. Pese a lo poco fluido del juego y las numerosas imprecisiones que se vieron, también las porterías tuvieron su cuota de protagonismo, el conjunto ciudadrealeño logró poner en juego más recursos ofensivos y apareció el goleador Brian Negrete en escena. Eso sí, los últimos minutos de la primera resultaron muy tácticos, entraron en juego las pizarras de Sabino Balenciaga y de Javi Márquez, y una vez más las porterías estuvieron cerradas a cal y canto. Al descanso 11-11.
Un buen reinicio de los visitantes tras el receso trajo consigo una máxima nunca antes vista, 12-15 superado el cinco, pero la claridad ofensiva no duró más y un par de despistes graves y la exclusión de Beret volvieron a dejarlo todo igualado, 15-15 al cuarto de hora y nuevamente muchos problemas de ambos para hacer gol.
El Alarcos Ciudad Real no conseguía dominar el partido pero en este segundo periodo el equipo defendía mucho mejor y además al Amenabar Zarautz KE se le estaba acabando el físico y también los recursos. Los hermanos Atorrasagasti ya no conseguían generar tantas superioridades y salvo Olaizola o Zubeldia nadie era capaz de aportar más, mientras que en ataque aunque Molina ya no era el de la primera parte el grupo de Márquez había encontrado mayor equilibrio y conseguía elaborar de forma más ortodoxa. Así tras el 18-18 a ocho de la conclusión, el Alarcos apretó los dientes en defensa y eso y un parcial de 0-3 hicieron el resto, porque pese a que el míster local trató de revertir la situación en los minutos finales el antepenúltimo de la clasificatoria no pudo deshacerse de los nervios y acabó cediendo la derrota.