El Vestas Balonmano Alarcos de Ciudad Real y su prolongación en las gradas, la Peña La Batalla, viajan juntos a Alcobendas con la intención de dar un golpe sobre la mesa de la División de Honor Plata ganando en una complicadísima pista.
El equipo se encontrará como en casa en el Pabellón de los Sueños (donde nunca ha ganado aún) con la compañía de más de 50 peñistas que animarán desde el inicio del choque con cánticos y apoyo a sus jugadores como hacen en cada partido que se juega en el Quijote Arena.
Con ese plus en las gradas, el Vestas Balonmano Alarcos espera poder sacar una victoria en casa de un equipo que llega en un momento complicado de la temporada después de sumar dos empates en casa y dos derrotas a domicilio en las cuatro últimas jornadas ligueras. Y aún así sigue en segunda posición con 15 puntos, cuatro más que el conjunto ciudarrealeño.
Al contrario, los hombres de Javier Márquez, llegan al partido en un momento de crecimiento en el juego colectivo y después de tres jornadas seguidas sin perder sumando dos empates y una victoria que le han acercado a la zona noble de la tabla.
Precisamente el entrenador del conjunto manchego decía en la previa que la clave del choque estará en “no recibir goles fáciles en la transición que es lo que mejor hacen ellos”, eso, correr lo que se pueda y seguir defendiendo a tope son los objetivos del Alarcos.
Y en la pista, un hombre viviendo un día especial. Un Rober Giménez que se enfrentará a sus ex compañeros reconocía que Alcobendas es un rival que “no ha estado muy bien en las últimas semanas, ha tenido problemas de falta de gente, lesiones… pero va a ser un rival muy duro”.
En el apartado de altas y bajas, pocas novedades en el Alarcos. Son bajas Julián Granados y Fran Vidal mientras que vuelve a las pistas Julián Portero después de cumplir el partido de sanción. El resto, al margen de algún proceso gripal, todos preparados para conquistar Alcobendas.