La autora madrileña Ariadna G. García ofreció en el Aula de Poesía de Letras un recorrido por su creación poética que incluyó la lectura de poemas de seis de sus siete libros publicados, incluyendo su última entrega ‘Línea de flotación’.
Ediciones Aguadulce, de Puerto Rico, sacó en junio de este año ‘Línea de flotación’, que habla de aquello que “nos eleva y salva, pero también de lo que nos hunde”, para referirse de nuevo a aquello que nos reflota. Se trata de un libro breve, con unos 250 versos, que incluye “pequeños fogonazos, poemas muy breves de cinco a diez versos que intentan ser muy incisivos tanto en lo positivo como negativo. Son como pequeñas balas”.
El amor, la compañía, los hijos, la familia, los vínculos y los lazos que somos capaces de estrechar con la gente que nos rodea, así como la naturaleza, nos reflota, mientras que, entre que lo que nos hunde, están la muerte y el paso del tiempo, así como la destrucción del planeta y los recursos, que son problemas que nos ahogan a todos como comunidad, expuso la escritora, que indicó que esta obra busca mostrar taras y defectos, pero también habla de aquello que nos salva. El propósito, apreció, es que este libro sirva, en momentos de angustia y ánimo decaído, de aliento, compañía y ayuda.
En su intervención en Letras, García leyó poemas de sus primeras obras, que giran en torno a la construcción de la identidad como su segundo y tercer libro, ‘Napalm’ y Apátrida’, para continuar con su siguiente obra ‘La guerra de invierno’ y, guiada por una preocupación más social, por ‘Helio’, ‘Las noches de Ugglebo’ y su último poemario ‘Línea de flotación’.