“No es cierto que en mi época, las dificultades de las mujeres para hacer carrera científica fueran insalvables, pero es cierto que si no hubiera habido mujeres destacadas que iban retirando las chinitas del camino, nos hubiéramos parado antes”.
Es una de las reflexiones que la catedrática de Química de la UCLM jubilada, Dolores Cabezudo, ha expuesto esta tarde en el Museo López-Villaseñor en la conferencia inaugural de un ciclo para visibilizar a las mujeres científicas.
Cabezudo, con un discurso irónico y divertido, ha querido ver de las investigadoras españolas desde su perspectiva “desde los muchos años”, tal y como hizo Ramón y Cajal, que contó a los 80 años sus experiencias, y se ha referido a las mujeres imprescindibles, y al desarrollo de los liderazgos en los equipos científicos, en los que ha aconsejado “rodearse de colaboradores más inteligentes -hombres o mujeres- que uno mismo”.
Contra el egocentrismo, ha sentenciado, “el mejor investigador es el que llega antes, y con la mejor solución del problema que todos están buscando resolver”.
De la misma manera y tras reconocer los beneficios de las comunicaciones actuales, con distintos dispositivos como los móviles, ha comentado su paso por el grupo de promoción de la ciencia en los países de Europa dentro de la OTAN y cuando se ocupó de redactar el prestigioso y completo programa de la carrera de Tecnología de los Alimentos en la UCLM.
De cara la futuro, se que quejado de los déficits sociales y culturales que impiden una verdadera igualdad en ámbitos científicos, a tenor de ‘olvidos’ como el de un programa de televisión sobre la Antártida, donde nada se habló de los hallazgos pioneros de la investigadora Josefina Castellví.