Bolaños y Caserío pusieron fin a sus respectivas rachas, negativa la de los de Yuste, positiva la de los de Urdiales. Así que hubo cara y cruz en esta 13ª jornada en el grupo F de la Primera Nacional.
La cara fue para el conjunto calatravo, que derrotó al filial del Alcobendas. Los verdes volvieron a encontrarse con la victoria después de cuatro derrotas consecutivas. Un balón de oxígeno para un Bolaños que se sitúa en la zona media de la tabla. No fue, ni mucho menos, un triunfo sencillo. Solo en los instantes finales pudieron cantar victoria los pupilos de Carlos Yuste, que después de un duelo muy igualado, en el que ninguno de los dos equipos gozó de una ventaja de más de dos goles, entraron en los últimos cinco minutos uno abajo (19-20). Salió entonces la garra bolañega y tres tantos consecutivos, de Romero, Pinilla y José García, le dieron los puntos a los locales (22-20). Toni, con cinco tantos, fue el máximo goleador del equipo manchego, seguido de Fran González con cuatro.
La cruz cayó del lado del Caserío en su vista a un renacido Lasalle. Los cordobeses, últimos, han ganado dos de sus tres últimos encuentros. Lo cierto es que ante un Caserío que llevaba cinco encuentros sin perder no se esperaba el triunfo andaluz por 26-22. Los locales dominaron el choque desde el principio. Los caseros se mantuvieron por detrás hasta que un tanto de Barroso al comienzo de la segunda parte igualó la contienda a 12, con lo que las previsiones apuntaban a la remontada de los de Urdiales. Sin embargo, fueron los locales los que consiguieron encauzar el encuentro y dejar sin los puntos al Caserío, que baja hasta la cuarta posición, a cinco puntos del líder, el Cajasur.
