Ciudad Real cuenta ya con cinco interlocutores policiales; cuatro policías nacionales en las comisarías de Ciudad Real, Puertollano, Alcázar y Valdepeñas, y un agente de la Guardia Civil para elaborar el que será el primer “mapa de agresiones” a sanitarios de la provincia.
Los cinco, que ya están elegidos y a disposición de los colegios de médicos y de enfermería, conversarán con frecuencia con el colectivo, se pondrán al día de lo que ocurre en cada centro de salud y hospital de su zona (incluso con patrullas), y actuarán para prevenir situaciones de violencia en épocas concretas y lugares, según es les informe.
La medida forma parte del protocolo de actuación policial ante agresiones sanitarias, aprobado por el Gobierno, que ha celebrado este lunes su primera reunión de coordinación en Toledo, presida por el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha José Julián Gregorio.
Más que las que se denuncian
“En los últimos once años, desde que creamos el Observatorio de Agresiones, vemos que todos los años se produce un incremento, que ni siquiera es el que reflejan las estadísticas oficiales, hay muchas más que ni se denuncian porque muchas veces el profesional que las sufre vive en el mismo lugar en el que se ha producido la agresión, tiene que ver a esa persona o personas con frecuencia, y no quiere entrar en la dinámica del conflicto”, explica José Molina, presidente del Colegio de Médicos de Ciudad Real que ha participado hoy en Toledo, junto a sus colegas del resto de Castilla-La Mancha, en esta primera reunión del protocolo.
Destrozo del mobiliario en el centro de salud de Almagro
En Ciudad Real ha habido varios casos graves de agresiones sanitarios este año. La última en agosto en Almagro, en las urgencias del centro de salud (una familia se impacientó en una espera y destrozó parte del mobiliario. Precisamente son las urgencias, según Molina, junto con los puntos de atención continuada en los que más se expone el personal. “La urgencia de la situación, el nerviosismo de la gente y las esperas porque son servicios que suelen estar saturados, son factores que contribuyen a que salte la chispa”.
Molina, que participará antes de que acabe el mes en la reunión provincial con los nuevos interlocutores policiales, agradece este esfuerzo del Gobierno, “por lo menos estamos viendo que la administración está tomando conciencia. Ya se nos reconoce en el supuesto penal de atentado a la autoridad, y ahora esto”, indica.
Al margen de estos mecanismos el profesional de la sanidad que sufra una amenaza o agresión en su trabajo dispone de varios mecanismos para canalizar su denuncia, los teléfonos de urgencia de la Guardia Civil (062) y la Policía Nacional (092), además del servicio que pone a su disposición el Colegio de Médicos para dirigirle en el proceso de denuncia y el Sescam.
La Asociación Médica Colegial ha registrado a través de su Observatorio de Agresiones entre 3.000 y 4.000 desde el año 2012. El Consejo de Médicos regional tiene un protocolo firmado con la Fiscalía de Castilla-La Mancha para actuar cuando se producen, ha dado a conocer hoy en Toledo el presidente del Consejo Autonómico del Colegio de Médicos de Castilla-La Mancha, Carlos Molina, en unas declaraciones que recoge Europa Press.
Los enfermeros también cuenta con un Observatorio Nacional cuyos datos reflejan que “un tercio de profesionales van a estar cercanos a un proceso de agresión”, lo que supone unos 100.000 de ellos de los casi 300.000 que haya en plantilla.