Lejos de ser un laberinto impracticable, una asignatura complicada, abstracta y que llega a resultar un auténtico “trance” para el alumnado, las matemáticas pueden ser práctica, juegos, magia y diversión. Para demostrarlo, qué mejor que un matemático que ha decidido bajar de las esferas de la abstracción científica para estar entre alumnos de Primaria y Secundaria, entre multiplicaciones, divisiones y problemas, muchos problemas, porque son los que dotan de realidad a la materia.
Nelo Alberto Maestre, un madrileño con familia en Porzuna, es el impulsor de una de las compañías que han surgido por toda la geografía española y que aseguran una enseñanza de las matemáticas de forma divertida y dinámica; toda una revolución para el profesorado. “Las matemáticas son el arte de pensar bien y van más allá de hacer operaciones”, dice el impulsor de Divermates.
Aficionado a la magia desde antes de la universidad, Nelo Alberto Maestre descubrió durante una charla sobre técnicas de escena en la facultad que podía combinar sus dos pasiones. Creador en 2011 de la marca Divermates, aunque desde 2006 hacía actividades por su cuenta, Nelo destaca que “el cálculo mental es muy importante, pero lo es más el razonamiento, la resolución de problemas”. Ese es el motor de Divermates con su programa de juegos, magia y otro tipo de espectáculos.
Matemáticos, profesores de Primaria y diferentes perfiles con conocimientos artísticos forman parte del universo de Divermates, que enseña estructuras algebraicas con un cubo de rubik y que utiliza las pompas de jabón para entender los cálculos de superficies mínimas. Los juegos están adaptados a las edades, desde niños de tres a seis años, a alumnos de Secundaria, e incluso para la gente en general, pues Divermates ha participado en talleres y congresos en universidades o con profesores en Alicante, Bilbao, Guadalajara, Galicia, Toledo o Segovia.
Nuevas técnicas para la comunidad educativa
El arte y las matemáticas dejan de ser una contradicción para contribuir a la generación del conocimiento. Nelo confiesa que el éxito de la compañía al enseñar matemáticas tiene mucho que ver con las capacidades de comunicación, manejar la voz, la mirada o el cuerpo. El impulsor del proyecto destaca que “la belleza del razonamiento y la argumentación no está tan alejada del arte”, y por eso la compañía mezcla cálculos matemáticos con diálogos de payasos en espectáculos de clown.
Marcados por la aparición de los medios digitales y el “boom” de las nuevas técnicas en educación, Nelo Alberto Maestro confiesa que ofrecen novedosas herramientas para llegar a la comunidad educativa. La forma de atrapar a los chavales también es diferente: “cada vez más cercanos a la realidad, más conectados con los alumnos”, con humor y siempre “atentos a las modas”, que muchas veces no duran más de tres meses.
Así pues, Divermates no permanece impasible a tendencias como el “escaperoom”, lugares de ocio adulto donde los participantes tienen que resolver desafíos, puzles y acertijos para poder salir de un espacio cerrado a través de diferentes puertas. Nelo Alberto señala que “en Barcelona habrá por lo menos 250 salas de este tipo y en Madrid 60”. “No me extrañaría que existiera ya alguna en Ciudad Real o que abra pronto”, añade el matemático.
Pero la magia y la comunicación no lo es todo y Nelo Alberto Maestre explica que es necesario “desaprender lo aprendido en la universidad, bajar tu nivel hasta las capacidades de los alumnos y luego utilizar tu saber para llevar a la práctica los razonamientos matemáticos”. Otra de las técnicas de los “magos” de Divermates es buscar curiosidades y confiesan que “en libros antiguos de la primera mitad del siglo XX hay auténticas maravillas”.
La influencia de las TIC
Para Nelo Alberto “hacía falta un nuevo enfoque para las matemáticas, y cada vez están más de moda y tienen más presencia de forma divulgativa en los medios de comunicación”. La extensión de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) ha hecho que las matemáticas hoy sean “garantía de éxito laboral y profesional”, por lo que hacen falta muchos programadores y expertos en resolución de problemas. Quién sabe si alguno de los alumnos a los que Divermates ha conquistado con sus talleres en colegios y campamentos no será el que descubra en un futuro cercano el extraño patrón del número primo.