La fiebre por el pistacho, el fruto seco más demandado en el mundo, cuyo precio no deja de crecer (7 euros kilos recién cosechado, 10 el pistacho ecológico) a la vez que lo hace el consumo, se está notando en El Chaparrillo.
El centro de investigación agroambiental de Ciudad Real, referente nacional en la experimentación y divulgación de este cultivo de climas semidesérticos que se ha adaptado muy bien a Castilla-La Mancha, ha vendido 570.000 yemas para injertar. “Una barbaridad”, en palabras de José Francisco Couceiro, investigador principal del cultivo, que este viernes ha guiado a un centenar de personas llegadas de toda España por la finca La Entresierra, a pocos kilómetros de Ciudad Real, en la que empezó todo en el año1986, cuando pocos conocían aquí qué era un pistacho.
Cinco cursos con 90 alumnos de media
Treinta años después el interés es creciente. Sólo en verano el centro ha celebrado cinco cursos de cultivo del pistachero (con noventa personas de media), y el equipo no da abasto a responder preguntas y dudas sobre la planta.
La explicación según Couceiro está en la atención al pistacho, cuya oferta en el mercado mundial es inferior a la demanda de ahí que los precios no hayan dejado de crecer, al tiempo que lo hace la producción y el consumo.
En La Entresierra se enseyan las plantaciones de pistacheros y se hacen exhibiciones de recolección. Esto se ha venido haciendo los últimos viernes de cada mes. Este verano se suspendieron por los cursos y se han retomado este último viernes de septiembre con un centenar de agricultores y emprendedores de Castilla-La Mancha (la mayoría), pero también de lugares como Santander (la finca la tienen en Calzada de Calatrava), Andalucía o Extremadura.
“Todo el mundo quiere comprar pistacho”
“Todo el mundo quiere comprar pistacho, es el fruto seco de mayor demanda mundial”, afirma Couceiro, y cada vez hay más agricultores y no agricultores interesados en cultivarlos y producirlos.
“El pistachero ya no es ese cultivo desconocido que plantaba un vecino al que el resto llamaba loco, ahora hay muchas personas que quieren informarse a toda costa del cultivo en términos generales para ponerse a producir”.
Curiosamente siguen siendo los agricultores los más reacios. “A nuestras visitas y jornadas de formación se apunta sobre todo gente que quiere invertir, agricultores son los menos y los más difíciles de convencer”, asegura el investigador de El Chaparrillo.
El pistacho, un cultivo de paciencia
Cultivo “de paciencia, si no la gente no se tomaría tanto interés ni sería tan interesante”, apostilla, un pistachero no da fruto al menos hasta el octavo año de cultivo en secano, pero cuando lo hace se puede obtener una producción de mil kilos de media por hectárea.
En la actualidad ya hay conocimiento, gente que quiere invertir y cooperativas que compran y procesan el fruto en Castilla-La Mancha.
“Aquí informamos de todo. En los cursos de verano hemos tenido que dejar fuera a gente porque no podíamos absorber a tantos alumnos. Sin duda ha sido nuestro mejor año”, remarca Couceiro.
Con la visita de hoy el centro ha decidido organizar jornadas similares cada dos meses (la próxima será el último viernes de noviembre).
Hasta final de año el equipo de investigadores se centrará en preparar los cursos de poda de febrero o marzo del año que viene, a seguir resolviendo dudas y confeccionando artículos, “somos un centro público [depende de la Junta de Comunidades] y nos gusta que la gente salga satisfecha”.