Cuatro meses después del hallazgo del cadáver de un hombre en el pantano de El Vicario en Ciudad Real, la Policía Nacional ya “casi tiene la certeza” de que se trata de un suicida. “Todo apunta a que estamos ante un suicidio, no hay indicios de violencia por ningún sitio”, ha explicado hoy el comisario Miguel Méndez, toda vez que el juzgado de instrucción 4 de Ciudad Real que lleva el caso ha levantado el secreto de sumario.
Lo que ocurre es que faltan por llegar los resultados de unas pruebas de toxicología y de policía científica, por eso no se ha dado por cerrada una investigación que según Méndez ha sido “laboriosa, larga y concienzuda”. El cadáver, de un hombre de 68 años al que su familia identificó a los pocos días, apareció sin identificación flotando en el embalse, sin carta de despedida ni denuncia.
Después se supo que esta persona no tenía muchas relaciones sociales y que ni siquiera su familia sabía que tuviera problemas como para matarse.
Lo encontraron dos pescadores
El pasado 2 de septiembre dos pescadores encontraron de forma casual el cadáver de un hombre flotando en una zona próxima a la presa de este embalse para riegos, a pocos kilómetros de la capital.
El cuerpo, de un hombre de mediana edad y semidesnudo, que ningún familiar o conocido reclamó en los primeros días ni denunció su desaparición, llevaba tiempo sumergido y permaneció varios días después de la autopsia en una de cámara del tanatorio a disposición judicial. La primera semana del mes el juez autorizó su enterramiento tras recurrir a pruebas biológicas.