Los oretanos, el pueblo Ibérico que vivía en esta zona de la Península antes de la romanización, levantaron en el cerro de Alarcos en Ciudad Real un poblado mucho más importante de lo que se creía hasta ahora a partir del siglo VI antes de Cristo. Suelos empedrados y calles que siguen el trazado de la ciudad comunicaban las viviendas con el santuario, era una zona muy urbanizada.
Esta es la principal conclusión de la “radiografía” del suelo encargada por el Ayuntamiento de Ciudad Real al equipo de Arqueometría de la Universidad Complutense, en terrenos próximos a los restos que han aparecido hasta ahora en el santuario ibérico.
“Se ve que la estructura enlazaba con el antiguo poblado y que probablemente las estructuras del santuario son más y más importantes que en la zona excavada hasta ahora”, ha explicado esta tarde Teresa Chapa, profesora de Prehistoria de la Complutense en la presentación del resultado de la prospección.
Los técnicos del georradar multicanal “radiografían el suelo en busca de desniveles”, explica el técnico Javier Vallés, algo que permite después a los arqueólogos centrarse en las zonas en las que podrían existir restos de importancia, sin tener que excavarlas previamente para llegar a esa conclusión.
“Esto es el primer paso para una futura intervención más precisa en la zona”, señala Macarena Fernández, directora de las excavaciones de la parte Ibérica, que ha participado en la charla divulgativa.
Se necesitarán al menos seis años para sacarlo a la luz
Otra cuestión es cuándo será posible, “quizás en el futuro. Este año hemos tenido una pequeña campaña de intervención pero es muy poco el dinero que aporta la Junta. Para excavar todo lo que hay aquí necesitariamos muchos años, cinco o seis”, asegura.
El poblado ibérico de Alarcos es coetáneo con el Cerro de las Cabezas en Valdepeñas, Sisapo y de muchos yacimientos de la Andalucía Oretana y Mediterránea. “Sabemos que en el cerro hubo población desde el siglo Octavo antes de Cristo y sobre todo desde el siglo VI hasta Jesucristo, cuando se produjo la romanización que aquí fue tardía y supuso el fin de este mundo”.
Coetáneo del cerro de las Cabezas, de Sisapo y de muchos yacimientos del andalucía y el mediterranee, la Oretania Septemtrional, que había anterior al mundo romano, el fin de este mundo viene con la romanización estuvo ocupado durante mucho tiempo.
La prospección en entorno al santuario Ibérico con el gorradar mulcanal del equipo de Arqueometría de la Universidad Complutense se hizo en un sólo día. Diez horas de trabajo de campo y cuarenta después para procesar los datos.
El técnico Javier Vallés ha explicado que se han hecho 104 prospecciones de pasada sobre casi cinco mil metros cuadrados de superficie. Se han detectado anomalías que pueden interpretarse como muros de construcciones, suelos empedrados y calles.
Conocer el urbanismo con esta tecnología permite tomar decisiones de interés y ahorrar costes y esfuerzos.
El cerro de Alarcos, conocido sobre todo por los restos medievales de los siglos XII y XIII, y la parte Ibérica, menos conocida, se excava de manera sistemática desde el año 1984.
El yacimiento, a pocos kilómetros de Ciudad Real, formó parte del parque arqueológico Alarcos-Calatrava, y sigue siendo visitable. En estos momentos de miércoles a domingo. Los miércoles, jueves y domingos de diez de la mañana a dos de la tarde, y los viernes y sábados de 10.00 a 14.00 y 18.00 a 20.00 horas. Hay recorridos guiados en diferentes turnos.