El obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, animó en la Eucaristía en honor a la Inmaculada Concepción celebrada en la Catedral, como clausura de los actos del Cincuentenario de la Coronación Canónica Pontificia de la Virgen del Prado, a imitar a la Virgen María por su fortaleza ante la adversidad y sufrimiento.
Sin mancha ni pecado, la Virgen María, llena de gracia, es modelo a seguir por las personas que “viven los planes de Dios”, que saben que no están solos, sino acompañados, ya que Dios no sólo llama sino que ayuda a responder, indicó Melgar, que animó a los cristianos a responder fiel y generosamente y a vivir la fe en el Señor y su mensaje como hizo la Virgen pese a que conlleve renuncia y sufrimiento. Melgar, que se refirió a la Virgen como el “modelo más puro” y maestra de fe, subrayó que el Señor “cuenta con nosotros” en un mundo a evangelizar, de manera que hay que vivir la fe pero también comunicarla.
En la Misa Pontifical, Melgar, con casulla azul celeste y mitra y que concelebró la Eucaristía con nueve sacerdotes, recordó la enraizada y firme devoción en España a la Purísima Inmaculada Concepción y destacó que la celebración del Cincuentenario de la Coronación Canónica Pontificia de la Virgen del Prado ha servido para revisar durante este año el cariño y amor por la Patrona de la ciudad como el “modelo más auténtico” al que acudir por parte de los seguidores de su Hijo.
La Coral Polifónica de Ciudad Real cantó en la misa, en la que interpretó piezas de Händel y Daniel Báñez; ‘Panis Angelicus’, de César Franck, en la comunión y ‘A ti Inmaculada’ en la Acción de Gracias. Tras la celebración eucarística y la bendición del obispo, la Hermandad de la Virgen del Prado ofreció reconocimientos a las Hermandades, entidades y personas que colaboraron activamente en el Cincuentenario, celebración en la que se demostró que “Ciudad Real es una ciudad mariana, que ama a la Virgen”, indicó el presidente de la Hermandad, Francisco Pajarón, que resaltó, entre los diferentes actos desarrollados, la presentación de los niños a la Virgen en la que “las familias acudieron masivamente a la Catedral” y la procesión extraordinaria del 27 de mayo en la que “salió prácticamente toda la ciudad a recibir con mucho amor y respeto” a la Patrona.
“Ha sido un año muy intenso” y de “mucha devoción para la gente que tiene a la Virgen del Prado como su guía”, agregó Celia Casado, presidenta de la Corte de Honor, que resaltó, entre “los importantes actos en la conmemoración del Cincuentenario”, la presentación de los niños a la Virgen por su emotividad y porque acudieron familias de toda la ciudad que llenaron la Catedral. Así mismo, destacó que este año se ha podido presenciar a la Virgen con el reestreno del manto de Macrón que “había sufrido un deterioro importante y había perdido bordados que hemos recuperado”.