La mayoría política en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Mudela se prepara para cambiar el próximo día 21 de agosto.
Tras la moción de censura del pasado enero, que llevó a la Alcaldía a la socialista Gema García el pasado enero, ese día está previsto que tenga lugar un Pleno extraordinario en el que ésta puede perder buena parte de su poder.
De la mayoría que llevó a García a la Alcaldía –PSOE, dos independientes y una concejal de IU- se ha desgajado esta última, que, el pasado mes de junio, abandonó el equipo de Gobierno y todas sus responsabilidades en él.
De cara a ese Pleno extraordinario, la nueva mayoría la conformarían PP, cuatro concejales, un independiente que no firmó la moción de censura y la concejal de IU.
En esa sesión plenaria, se votarán, entre otras cosas, quitar la liberación a la alcaldesa y quitar las juntas de gobierno local para que todo se debata en Pleno.
Este martes, el concejal del PP, ex alcalde, Mariano Chicharro, sin dar las claves concretas de lo que está previsto, avanzaba las razones que se esconden tras la tras la maniobra política.
Chicharro acusaba a la alcaldesa de “autoritaria” y “caótica” en la gestión económica, de falta de transparencia y de mantener a la oposición fuera de los asuntos municipales.
También la criticaba por no haber convocado ningún Pleno en tres meses –está previsto uno al mes- y aseguraba que las excusas sobre falta de secretaria municipal tenían solución.
Para Chicharro, un escrito de la propia secretaria, según dijo, cuestionando esto, y las razones de la marcha de la concejal de IU del equipo de Gobierno explican la situación del Ayuntamiento.
Por su parte, la alcaldesa, en declaraciones a Lanza, enmarcaba el movimiento, todo lo que está ocurrieron, en el “juego de la política” al que se negaba a entrar.
La marcha de la concejal de IU la resumía en una frase: ha sido porque no se le dio la liberación que había solicitado.
Asumía la nueva situación que se le avecina, consciente de que el tiempo que queda de mandato, que considera que gobernará en minoría, será complicado.
Una nueva moción de censura, dado que ya se ha presentado una en este período no es posible, y entiende que su posición va a ser difícil.
En todo caso, niega las acusaciones del Chicharro. Tanto desde el punto de vista político por su falta de transparencia, como desde el punto de vista de gestión económica, indicando que, en este apartado, si hay que pedir responsabilidades habrá que mirar hacía la herencia del propio ex alcalde.