Solo una mujer estuvo presente entre los cuarenta y cuatro componentes de las primeras Cortes de Castilla-La Mancha, aquel parlamento autonómico que se eligió el 8 de mayo de 1983, aquella asamblea que celebró su primera sesión plenaria el día 31 de ese mismo mes, fecha que pasaría a ser designada como día de Castilla-La Mancha. Esa mujer, Consuelo García Balaguer, ha fallecido este fin de semana en Ciudad Real. Su condición de precursora en la política de la región no se relaciona únicamente con el mencionado escenario, puesto que García Balaguer fue además una de las escasas mujeres que en toda España se llegó a responsabilizar de la dirección de una formación política a escala provincial y regional durante esos años de la Transición. Su labor social y sus esfuerzos en pro del tejido comunitario y en favor de los más desfavorecidos la convirtieron, merecidamente, en un personaje extremadamente querido en Ciudad Real.
Consuelo García Balaguer nació el 29 de octubre de 1935, en Málaga hija del matrimonio entre Dolores Balaguer Navas y el médico Juan José García Cabreros. Se crio en el seno de una familia acomodada, conservadora y monárquica: su abuelo paterno, trataba con relativa frecuencia al Rey Alfonso XIII pues ambos eran habituales compañeros de caza. Residente en Málaga hasta los dos años, a esa edad se trasladó hasta la localidad gaditana de la Línea de la Concepción por motivos relacionados con la profesión de su padre. Allí residió hasta cumplir los nueve años, momento en el cual volvió a Málaga para completar su educación básica y secundaria en el Colegio Francés de la Asunción de esta localidad.
Acabado el bachillerato, completó los estudios de Magisterio en este mismo centro formativo para pasar a continuación a cursar Farmacia, primero en Sevilla durante un año, y posteriormente en Granada. En 1960, antes aún de concluir sus estudios se trasladó a vivir a Ciudad Real, municipio del que procedía quien terminó convirtiéndose en su marido: el médico y cirujano Rafael Ruiz Ruiz. La pareja contrajo matrimonio el 18 de julio de 1960 en el Monasterio de Guadalupe (Cáceres). Fruto de esta unión nacieron tres hijas: María Consuelo, María Pilar y María Asunción.
Las inquietudes políticas de García Balaguer se manifestaron antes incluso de acabar la dictadura: en las elecciones locales que dentro del régimen franquista tuvieron lugar el 13 de noviembre de 1973 aspiró a entrar al Ayuntamiento de Ciudad Real por el tercio familiar, sin llegar a conseguir la elección. A finales de 1976 tras el referéndum para la Reforma Política, Licinio de la Fuente, fundador y líder de Democracia Social, contactó con ella para poner en pie la estructura de esta formación en Ciudad Real. Pronto Democracia Social acabaría convirtiéndose en uno de los siete partidos que conformaron Alianza Popular. Consuelo García Balaguer fue una de las personas que fundó este partido en Ciudad Real en febrero de 1977 y su primera presidenta, cargo al que accedió el 29 de octubre en la celebración del II Congreso Provincial del partido.
La etapa de García Balaguer en la presidencia de Alianza Popular en Ciudad Real estuvo marcada entre otros acontecimientos por la candidatura al Congreso de Rodrigo Rato Figaredo en las elecciones de marzo de 1979, circunstancia que provocó una curiosa anécdota que tuvo como protagonistas a Consuelo y al entonces “patrón” de Alianza Popular, Manuel Fraga. Al parecer meses antes de esos comicios el político gallego telefoneó a García Balaguer para comunicarle que le iba a proponer un “magnífico candidato” a las elecciones legislativas. Este no era otro que el que posteriormente llegaría a ser ministro de Relaciones con las Cortes, Ignacio Camuñas. Según contó al autor de estas líneas la propia García Balaguer, ésta mostró su oposición a tal candidatura aludiendo a que la conocida vinculación del apellido Camuñas con la expresión utilizada en la cultura popular de varios lugares de España – “que viene el tío Camuñas” – como una forma de asustar a los niños acabaría resultado perjudicial para los intereses electorales del partido. Fuera por esos motivos, u otros más probables cargados de un menor lirismo, lo cierto es que Fraga decidió finalmente que fuera Rato el que se presentara como cabeza de lista por Ciudad Real lo que, por otra parte, no dejó de crear cierto malestar entre los militantes de AP de la provincia por la condición de candidato cunero de Rato.
Presidenta provincial de Alianza Popular en Ciudad Real hasta diciembre de 1982, y regional entre 1979 y 1980, el 27 de abril de 1987 próxima a agotarse la legislatura regional en la que fue diputada, causaría baja del partido debido a desacuerdos respecto a la confección de las listas de cara a las elecciones autonómicas a celebrar el 10 de junio de 1987. Ese mismo año de 1987 concurrió a las elecciones municipales como último integrante de la lista independiente que permitiría a Lorenzo Selas Céspedes repetir en la alcaldía de Ciudad Real. En las Cortes regionales García Balaguer ejerció el cargo de vicepresidenta de dos comisiones de investigación: sobre las Tablas de Daimiel y sobre las Lagunas de Ruidera. Asimismo ocupó el puesto de secretaria de la Comisión de Educación, Cultura y Servicios Sociales y el de vocal en las comisiones de Economía y Hacienda, de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social y de Educación, Cultura, Juventud y Deportes.
Personalidad de un gran activismo cívico y ciudadano, Consuelo García Balaguer ejerció, entre otros, los puestos de secretaria provincial de AMACO (Asociación Manchega de Consumidores), presidenta de la Asociación Provincial Protectora del Minusválido, presidenta provincial de la Fundación Cánovas del Castillo, presidenta del Club Taurino de Ciudad Real y presidenta de la Hermandad del Silencio y de la Asociación de Cofradías de Ciudad Real. En enero de 2014 Consuelo García Balaguer recibía público reconocimiento por su labor social al ser galardonada con el primer premio del Patronato Municipal de Personas con Discapacidad, creado para distinguir y reconocer la labor en favor de las personas con discapacidad.
En la segunda legislatura autonómica que se abrió en 1987 tan solo dos mujeres llegaron a sentarse en el recién inaugurado edificio del Convento de San Gil: la socialista alcarreña María del Pilar Andrés Aparicio y la diputada del Centro Democrático y Social por Toledo María Dolores Calvo Cirujano, prueba evidente de que aún quedaba mucho camino por recorrer hasta llegar a una situación de plena igualdad en el tablero político castellano-manchego y español. Hoy en día, quince de los treinta y tres asientos de nuestras Cortes están ocupados por mujeres. Los primeros pasos de ese largo trecho que conduce hacia una igualdad que aún no se alcanza fueron posibles gracias a pioneras que con su labor y presencia fueron desbrozando unos senderos hasta entonces surcados únicamente por hombres. Consuelo García Balaguer fue una de esas mujeres. Descanse en paz.
*José Antonio Castellanos López es Profesor de Historia Contemporánea en la Facultad de Letras de la UCLM y autor del libro Quien fue Quien en la Transición en Castilla-La Mancha (1977-1982)