Carmen Mendiola, número dos de la Fiscalía de Ciudad Real y primera mujer fiscal en Castilla-La Mancha, y otras seis destacadas ciudarrealeñas más unidas por su capacidad de superación, vínculo a La Mancha y belleza interior y exterior, han recibido está tarde los primeros premios Dulcinea que concede el Ayuntamiento de Ciudad Real.
Falta un mes para la Pandorga y el Consistorio ha querido reconocer en todas ellas, destacadas en sus respectivas profesiones y trayectorias, los “valores de la mujer manchega”‘, en especial su capacidad para sobreponerse a las adversidades, en una emotiva gala, con música clásica interpretada en directo por la soprano Patricia Gozado y la pianista Ana Tejado. La alcaldesa Pilar Zamora y Eva María Masias, Dulcinea 2016 y promotora del premio, han redondeado un acto de exaltación de lo femenino.
A Mendiola y las otras premiadas Antonia Cruz (fundadora de pastelería La Deliciosa) María José Melero, Asunción Segura, Carmen Cruz, María Luisa Cabañero y Carmen Rodríguez, han recibido un galardón muy especial, una ‘D’ de Dulcinea moldeada por miembros de la asociación Caminar.
Rodeadas de amigos y familiares, las siete se han emocionado durante el breve repaso a sus trayectorias vitales como pioneras en lo suyo.
El folclore manchego
El folclore ha estado muy presente con la ‘D’ de Dulcinea entregada a las veteranas Ascesión Segura (Chon) y María José Melero, figuras destacadas desde hace cuarenta años en Ciudad Real por su difusión del baile y las tradiciones manchegas. Segura fundó en 1978 la Asociación de Coros y Danzas Mazantini, una institución en el folclore y las fiestas de Ciudad Real, entre ellas la Semana Santa. Melero también ha sido una pionera del folclore y ha enseñado seguidillas a varias generaciones de ciudarreleños, muchas veces de forma solidaria, como ha quedado patente en el breve video de introducción de los méritos que las convierten a ambas en ‘Dulcineas’.
Cincuenta años de duro trabajo
Al escenario del antiguo casino también ha subido, con algo de apuro, la ‘Dulcinea’ de más edad, Antonia Cruz Serrano, fundadora junto con su marido ya fallecido de las hoy pastelerías La Deliciosa. Con 84 años, mujer de la dura generación de la posguerra, Antonia abrió con mucho esfuerzo su primera pastelería en Ciudad Real en 1964. Toda una referencia repostera y de mujer trabajadora que la han hecho merecedora de esta primera distinción como Dulcinea.
Optimismo ante la enfermedad
Conocida por su brillante carrera profesional, Mendiola ha contado en la gala cómo ha cambiado su vida desde que hace tres años se tuvo que enfrentar a un cáncer de mama y ha dedicado el premio “a todas las mujeres que han padecido esta enfermedad y siguen vivas”.
“El cáncer me ha hecho ser más feliz”
La fiscal comparte experiencia con otra de las Dulcineas premiadas, Carmen Rodríguez, matrona en el Hospital de Valdepeñas que según los médicos que la tratan “lucha contra esta enfermedad con una positividad increíble”. “El cáncer me ha hecho ser una persona más feliz porque ahora valoro más la vida”, ha dicho Rodríguez.
Mujeres trabajadoras “de aquí”
El duro trabajo de la hostelería ha estado presente en esta primera gala de los premios Dulcinea con la figura de Carmen Cruz Gallego, hostelera de la plaza Mayor y sobrina de Antonia, esta Carmen ha agradecido al Ayuntamiento y la Dulcinea Masías que hayan pensado en las mujeres, “hay que buscar más a esas mujeres trabajadoras que miran a la vida de frente”, y ha añadido que se siente muy orgullosa de “ser de aquí”.