Fabián C.M. un hombre de 44 años que “ha tenido muy mala suerte en la vida”, según su abogado Buenaventura Velasco, ha reconocido hoy ante la Audiencia Provincial ser el autor del robo de catorce colonias que sufrió la perfumería Bodybell de Puertollano en marzo del año pasado. Para ello rompió el escaparate con una tapa de alcantarilla y provocó daños por valor 3.200 euros, pero no se aprovechó de nada porque fue detenido al poco por agentes de la Policía Nacional de esa localidad, puesto que en ese tiempo deambulaba por las calles “rebuscando en la basura”, dice, para seguir drogándose.
En la cárcel en estos momentos, Fabián ha aceptado dos años y medio de prisión por estos hechos, sin embargo se ha declarado inocente de otros dos robos cometidos un mes después en otras dos tiendas del centro de Puertollano en circunstancias parecidas, que la policía también le atribuye a él.
5 años por robar champús y pegatinas
En esa ocasión se supone que robó suavizantes, champús y pegatinas haciendo dos agujeros pequeños con otra alcantarilla o similar en las tiendas Superperfumerías y Peter Pan sobre las cuatro de la mañana del 19 de abril. A las cinco ya lo había detenido la policía con un champú Timotei en el bolsillo y las pegatinas.
La fiscalía le atribuye por esto un delito continuado de robo y pide 5 años de prisión, una pena exagerada según la abogada que le ha defendido en este segundo caso Georgina Cúpido: “No se puede condenar a un adicto a cinco años de cárcel por algo así”, opina. Sin embargo la última reforma del Código Penal en vigor de 2015 que se quiere endurecer más, permite solicitar una pena tan elevada en el caso de un multirreincidente como Fabián, que lleva veinte años entrando y saliendo de la cárcel por robos de poca monta para sufragar adicción a las drogas. Su toxicomanía lo ha llevado a vivir en la calle y a simple vista se aprecia que su capacidad de razonar está afectada.
Fabián C.M. empezó a delinquir en 1993 y se especializó en robos con fuerza en las cosas. Desde encontes acumula catorce condenas relevantes, quince con la que aceptado este martes y dieciséis en caso de volver a ser condenado por los robos que no reconoce, es lo que se denomina en el argot judicial un “delincuente funcional”.