Baddi nació hace 41 años en Anantapur, donde desde su infancia estuvo muy vinculada a la fundación, ya que su madre trabajó en la organización durante 30 años, y ella creció junto a Vicente y Anna Ferrer, por lo que el campus en Anantapur se convirtió en su casa. Licenciada en Historia, Sheeba Baddi habla cinco idiomas y conoce, a través de su propia experiencia, el proceso de transformación que ha vivido la mujer en la India rural, en el seno de una sociedad en la que, durante siglos, ser mujer ha sido motivo de exclusión social.
Baddi ha explicado las labores que la Fundación Vicente Ferrer realiza por mejorar el desarrollo integral de las más de 100.000 mujeres de alrededor de 2.300 núcleos rurales de India que se atienden desde la fundación. En este sentido ha explicado que se intenta fomentar la igualdad de género en todas los ámbitos de desarrollo en los que la fundación está presente, impulsando su autosostenibilidad con proyectos de generación de ingresos mediante nuevos oficios y negocios, además de favorecer su empoderamiento.
Ha comentado que una de las líneas de actuación para este fin son los denominados Fondos de Desarrollo de la Mujer, que consiste en la concesión de una serie de microcréditos sin ningún tipo de interés destinado a que las mujeres hindúes creen sus propios negocios, sin estar supeditados a los grandes intereses de los bancos o las mafias para la creación de pequeños negocios por parte de las mujeres hindúes, como la compra de búfalas y la venta de leche o barritas de incienso para su posterior venta, entre otros.
Otra de las líneas de actuación son los ‘sanghams’, una especie de asociaciones de entre 15 y 20 mujeres destinadas a facilitar un espacio para crear una red de apoyo mutuo y de solidaridad, mientras que se le ofrece la oportunidad de generar recursos económicos estables para fomentar su independencia.
También realizan talleres formativos para que las mujeres que forman parte de un ‘sangham’ se incorporen a éstos y puedan conseguir un empleo y aumentar de esta forma su insercción sociolaboral. Según señala Baddi, las mujeres rurales no tienen garantizado ningún tipo de remuneración económica estable, por lo que con estos talleres tienen la posibilidad de adquirir habilidades para ganar un sueldo estable. Estos talleres consisten en el bordado, estampación de tejidos, la encuadernación, entre otros.
Las mujeres representan el 48% de la población de la India, siendo el pilar fundamental de la sociedad, de la economía familiar y principales transmisoras de los valores y tradiciones. Por ello, en 1982 la Fundación Vicente Ferrer inició un programa de desarrollo para poner en valor el papel de las mujeres en la sociedad a través del fomento de la educación y el asociacionismo.