Setenta y cinco alumnos, en su mayoría, y algún profesor de la Facultad de Educación de Ciudad Real ultiman los preparativos para iniciar este sábado “un viaje al corazón del pueblo saharaui”. “Por romántica que parezca la idea es lo que van a hacer”, ha matizado esta tarde al grupo la coordinadora del programa Maite Bejarano, una profesora que el año pasado pasó por la experiencia que ahora vivirá esta nueva promoción de voluntarios, todos alumnos de cuarto de magisterio.
Los aspirantes a docentes harán prácticas que les permitirán adquirir competencias profesionales en “escuela inclusiva y precaria”, en la que el profesor no sólo es un mero transmisor de conocimientos, sino que interactúa con una realidad difícil. “A mí personalmente me ha servido para aprender valores y justicia social. Como profesora me interesa que quienes se van a dedicar a la educación sepan transmitir mensajes solidarios y educar en valores de igualdad, solidaridad y derechos humanos”, añade Bejarano.
Este programa, único en España, lleva quince años funcionando por el soporte financiero de la Diputación Provincial de Ciudad Real, que corre con los gastos del viaje y la estancia de tres semanas en una zona del mundo olvidada, cuya población vive exclusivamente de la ayuda humanitaria internacional. “La solidaridad forma parte del ADN de la Diputación”, ha dicho el diputado de Cultura David Triguero, en una breve alocución dirigida a los becarios.
La Diputación pone 50.000 euros para financiar el viaje, mientras que el capital humano: alumnos y profesores, lo aporta la Facultad de Educación de la Universidad de Castilla-La Mancha dentro del “programa de prácticas educativas en el Sáhara”, de tres semanas de duración.
Cargados de solidaridad
Además de su formación y habilidades profesionales recién adquiridas, los becarios que salen este sábado para el desierto llevan mochilas (30 kilos de equipaje por persona) cargadas de ayuda humanitaria: en su mayoría material escolar y ropa deportiva donada por centros educativos de la provincia.
La actividad allí implica integrarse en el día a día de las clases y enseñar español (la segunda lengua del Sáhara). Esas semanas “de fiesta en los campamentos”, añade la coordinadora, los becarios también organizan talleres e incluso forman a un coro escolar con canciones españolas.
Un 64% menos de ayuda
Addalahe Ahmed, delegado del pueblo saharaui en Ciudad Real, ha participado en la jornada informativa para agradecer a la Diputación su implicación con los saharauis (también financia el programa Vacaciones en Paz). “La Diputación es la columna vertebral de este proyecto, lo hemos intentado en otras instituciones y no ha tenido continuidad”, ha subrayado.
Ahmed asegura que cualquier apoyo a los refugiados en el desierto de Argelia es más importante que nunca, “en el último año la ayuda internacional al pueblo saharaui se ha reducido un 64%”.