El Ayuntamiento de Daimiel clausuró a pocos días de despedir el año la última de las acciones grupales prelaborales adscrita al Proyecto de Inclusión Social (PIS) 2017, del que se han beneficiado 61 usuarios en los dos programas trimestrales que se han ejecutado en las áreas de jardinería, pintura y electricidad.
El objetivo principal se ha dirigido a mejorar los niveles de empleabilidad y reforzar los itinerarios personalizados de los participantes, además de los contenidos propios de los oficios que han trabajado durante ese periodo. Igualmente han adquirido contenidos de actitud y promoción peronal y de orientación laboral.
El Ayuntamiento aporta 27.000 euros de sus presupuestos a estas acciones cuyo número de beneficiarios asciende hasta 101 personas, si se tienen en cuenta los de otras formaciones específicas en manipulador de alimentos, carretilleros y fitosanitarios, como precisó el alcalde, Leopoldo Sierra.
El primer edil resaltó la labor del equipo técnico y la aplicación de los alumnos, al tiempo que avanzó que la administración que dirige seguirá volcándose en este tipo de ocupaciones que a su vez reporta beneficios para la propia ciudad materializados en ornamentación y adecuamiento del mobiliario urbano y jardines. Además, las acciones grupales forman parte de un proyecto cofinanciado con el Gobierno regional.
Prevención de situaciones de vulnerabilidad social
El Proyecto de Inclusión Social se puso en funcionamiento a principios de este año con acciones dirigidas a la prevención y atención integral ante situaciones de vulnerabilidad social, como explicó la concejal de Servicios Sociales, Alicia Loro.
El Área de Servicios Sociales de Daimiel ha perseguido dar respuestas integrales, con el fin de atender al conjunto de problemáticas o necesidades que presentan personas o familias de la localidad en diferentes ámbitos como el personal, social, familiar o laboral.
En este sentido, la responsable del programa, María Dolores Garzás, detalló que la principal actividad con la que trabaja en el Proyecto de Inclusión Social son los llamados “itinerarios personalizados”, que se realizan de forma continuada durante todo el año por el Equipo Técnico de Inclusión Social, con aquellas personas que son derivadas por el Equipo de Atención Primaria de Servicios Sociales. En esa hoja de ruta, la persona adquiere unos compromisos de cara a promover actitudes de cambio que repercutan posteriormente en su propio proceso de autonomía.
Mejoras en espacios públicos a través de las clases prácticas
A partir de ahí, se deriva hacia recursos normalizados o hacia las propias actividades incluidas en el PIS. En este caso una de estas actividades son las citadas acciones grupales prelaborales, que han estado guiadas por tres monitores y la orientadora laboral, Cristina Fernández de Marcos. Esta última destacó las actividades desarrolladas a la hora de buscar empleo, mejorando el currículum e implementando otras herramientas o técnicas como la carta de presentación o las entrevistas personales.
Por su parte, desde el área de electricidad, Jesús Fernández Espartero señaló que la formación ha estado centrada en “inculcar una serie de conocimientos básicos en un área como la electricidad que es bastante extensa y que presenta importantes oportunidades en el mundo laboral”. Mientras que en pintura, Juan José Sánchez detalló que en la parte práctica en este tiempo han repasado los pasillos del Centro Cívico.
Por último, en jardinería, Manuel Fernández aseguró que teoría y práctica se han complementado a través del conocimiento de nuevas plantas autóctonas, creación de tierras específicas y plantación de diversos esquejes. Asimismo, adelantó que en próximos proyectos se puede replantar el camino para paseantes que se está realizando desde el cruce con el camino Las Tablas en la variante de Daimiel.