Organismos oficiales detectan un aumento de denuncias de violencia de género por parte de mujeres jóvenes, mientras que centros educativos, centros de la mujer y asociaciones alertan sobre la perpetuación de roles de género y de relaciones desigualitarias basadas en la sumisión frente a la actitud dominante del hombre.
Coordinadora del Centro de la Mujer de Manzanares y responsable de los talleres sobre género y violencia en los institutos de la localidad, Ángeles Morales habla sobre la exposición social de los jóvenes a roles y estereotipos machistas y de los signos de alarma ante relaciones insanas a unas jornadas de celebrar el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer.
Entre diapositivas de los talleres sobre las “trampas del amor” que reciben alumnos de segundo de Educación Secundaria, Ángeles Morales confiesa que “todo el entorno que rodea a los jóvenes están marcado por estereotipos, relaciones desigualitarias, mitos del amor peligrosos y situaciones de control y posesión”.
El entorno machista: películas, revistas y canciones
Las películas Disney han representado a la perfección estos “clichés” durante años. Ángeles Morales habla de ‘La bella y la bestia’, que representa el hombre agresivo, con fuerza y poder, y a la mujer sensible, atenta, vulnerable, bella y dialogante. Ejemplos similares están en ‘La Cenicienta’ o ‘La bella durmiente’, y continúan en productos dirigidos a personas de mayor edad.
Filmes dirigidos al público juvenil como ‘Tres metros sobre el cielo’ o ‘Crespúsculo’ siguen en la misma línea, pero la coordinadora del Centro de la Mujer advierte que también lo hacen “la mayoría de las comedias románticas” o la popular ‘Cincuenta sombras de Grey’.
Junto a las revistas y su cuestionables “test de amor”, salta a la palestra el trasfondo de la música. Ángeles Morales advierte que “no solo el reggaetón contribuye a fortalecer estereotipos machistas”, a la vez que hace referencia a la canción ‘Ay vamos’ del cantante colombiano J. Balvin, que describe “el ciclo de la violencia, donde hay una explosión de agresividad y después una situación de luna de miel”.
También, Morales alude a la “doble moral” que mantienen muchos cantantes, incluidas mujeres, y de forma llamativa alude a cantantes españolas como Malú y su terrible estrofa “toda, de arriba a abajo, toda, entera y tuya, toda, aunque mi vida corra peligro”.
Los mitos del “amor romántico”
La psicóloga del Centro de la Mujer destaca que es importante romper con los mitos del amor romántico que rodean a los jóvenes y que han contribuido a configurar su visión de lo que es una relación. Ángeles Morales destaca que hay que romper con el “mito de la entrega total”, la idea de que el amor es lo más importante en la vida y lo puede todo, y acabar con el “mito de la media naranja”, que concluye que una persona no está completa si no es en pareja.
La experta señala que tampoco es bueno ensalzar el “mito del amor verdadero”, de que “sólo hay un amor verdadero en la vida y de que será eterno”, o el mito que dice que “amar y sufrir van unidos” porque “quien se pelea se desea”. Morales destaca que “algo va mal si sufres al lado de una persona que te quiere” y que “no es sano hablar del amor en términos absolutos”, pues hay que acabar con la idea de que “si no te tengo me muero”.
La escalada de violencia
El resultado son relaciones desigualitarias, donde aparte del mantenimiento de unos roles de género muy marcados, aparecen los celos, el control y la manipulación. Ángeles Morales lamenta que “los adolescentes suelen aceptar como algo normal los celos en la pareja”.
De esta forma, la psicóloga recuerda la experiencia de una chica que tenía que mandar a su novio una foto al lado de un reloj para que viera como iba vestida y lamenta que las redes sociales han hecho “más accesible” el control. “Hay chicas que dicen que quitan el doble check de leído para que no les controlen sus parejas, pero ahí están cayendo en sus propias trampas, porque lo hacen porque saben que las van a controlar”, añade.
De los “micromachismos”, de las llamadas, del control de las amistades, del abandono de aficiones, surge la “escalada de violencia”. Ángeles Morales destaca que “después llega la violencia psicológica, las humillaciones, las amenazas y los insultos; la violencia sexual y física; y al final la muerte”.
Así pues, la responsable del Centro de la Mujer apunta que “es importante saber que la mujer asesinada no fue maltratada físicamente desde el primer momento”. “Los jóvenes detectan la violencia de género cuando es muy evidente, pero el machismo ya es violencia”, advierte.
Las relaciones igualitarias existen y hay esperanza
A pesar de la influencia del entorno de sociabilización, Ángeles Morales asegura siempre a los jóvenes en los talleres que “las relaciones igualitarias existen” y nombra alguna de las recetas: el respeto, la libertad o la confianza.
Ángeles Morales además señala que, aunque las relaciones desigualitarias son muy evidentes en cuarto de la ESO, “hay esperanza”, pues los jóvenes “cada día están más informados y son más críticos”. “Los jóvenes están aprendiendo, toman conciencia e intentan poner filtros”, apostilla.
De hecho, uno de sus efectos puede ser el aumento de denuncias de violencia machista a edades tempranas, porque la detección es temprana. En Manzanares, por ejemplo, Ángeles Morales confirma que ha habido jóvenes que después de asistir a los talleres han acudido al Centro de la Mujer a hablar de la relación que tienen con sus parejas.
De ahí la relevancia de las charlas, porque según las encuestas que realizan en los institutos, “la mayoría no han hablado de estos temas en casa, ni han recibido una orientación alternativa que rompa con los estereotipos que les llegan por todas partes, ni han reflexionado sobre estas cuestiones”. Por ese motivo, las charlas son en segundo de la ESO, por prevención, ya que “todavía la mayoría de los alumnos no tienen relación de pareja”.
La Administración local se mueve contra la violencia
Estas charlas no son las únicas que realiza el Centro de la Mujer, que también realiza talleres de igualdad y de erradicación de la violencia en otros cursos de Secundaria y en Primaria. En este sentido, la concejala de Políticas de Igualdad de Manzanares, Beatriz Labián, expresa que “desde el ámbito local debemos de dotarnos de todos los instrumentos en materia de prevención para evitar que esta lacra se transmita de generación en generación”.
También psicopedagoga, la concejala manzanareña destaca que “hay que volcar todos los esfuerzos en prevenir las relaciones desigualitarias entre los adolescentes y los jóvenes, como antesala de la violencia de género”, ahora también a través de las redes sociales. De hecho, esta semana Manzanares ha acogido el primer encuentro provincial de Ayudantes TIC, que viaja en esta línea.
Asimismo, Beatriz Labián destaca que junto a las acciones en materia de educación “queda una importante tarea que hacer con las familias”, con el fin de conseguir “la igualdad efectiva entre chicos y chicas”. Con varias órdenes de protección activas a menores en Manzanares en la actualidad, Beatriz Labián subraya que “los jóvenes tienen que aprender a identificar modelos negativos y fomentar relaciones basadas en el respeto, la tolerancia y en la igualdad”.