“La obesidad es la epidemia del siglo XXI”, así define este problema la Organización Mundial de la Salud que ayer fue analizado por Juana Coronado y Eduardo Morejón, médico especialista en Estética y Obesidad y jefe de la Unidad de Obesidad de la Clínica Londres, respectivamente.
Según explicaron ambos facultativos, Castilla-La Mancha es una de las regiones que presenta una tasa de obesidad más alta por habitante, en especial sus mujeres y niños. Más del 29 por ciento de niños y niñas de la región de entre 2 y 15 años presenta exceso de peso, siendo la prevalencia de sobrepeso del 18 por ciento y la de obesidad del 11 por ciento.
En el caso de la población femenina, las mujeres castellano-manchegas son, después de las canarias y navarras, las más obesas de España. El 89 por ciento de las amas de casa con edades comprendidas entre 30 y 45 años tiene problemas de obesidad (la media nacional es de 62 por ciento), mientras que en el caso de las mujeres ejecutivas es de un 38 por ciento (la media nacional es de 10 por ciento).
Según explicó la doctora Coronado, más de la mitad de la población española tiene exceso de peso y un 16 por ciento presenta diversos grados de obesidad. En especial hizo hincapié sobre la población infantil, ya que en los últimos quince años la presencia de la obesidad ha crecido un 300 por ciento y en España ya afecta al 16 por ciento de los menores de 16 años.
“Estos adolescentes tendrán a los 40 años riesgos y complicaciones cardiovasculares propias de personas mayores de 60 años”, dijo Coronado, quien incidió en que “los pacientes que presentan un alto grado de obesidad tienen una esperanza de vida de entre 10 y 15 años más corta que el resto de la población”.
Por tanto, Coronado apuntó que por primera vez en nuestro país la expectativa de vida de los hijos es inferior a la de sus padres, como consecuencia de los deficientes hábitos alimenticios y de vida.
En este sentido indicó que la mitad de los menores no prueba la verdura ni siquiera una vez al día, la “comida rápida” es habitual y sólo el 40 por ciento toma más de dos piezas de fruta o zumo al día. A esta mala alimentación se une el hecho del escaso ejercicio, que se ha cambiado por una vida sedentaria con una media de dos a tres horas delante de la televisión o el ordenador y el consumo de bebidas azucaradas.
Balón intragástrico
El doctor Eduardo Morejón explica que la obesidad requiere de un tratamiento disciplinar y que, una vez que las dietas u otros tratamientos fallan, se puede recurrir al balón intragástrico. Se trata de uno de los tratamientos no invasivos que presenta un mayor número de resultados positivos, un 97 por ciento. Según Morejón, el balón intragástrico posibilita perder una media de hasta 22 kilos en un máximo de tres meses.
Esta técnica consiste en colocar de forma temporal en el estómago un pequeño balón de silicona blando relleno de suero fisiológico. Su colocación no dura más de veinte minutos y consigue que el paciente tenga sensación de saciedad y, en consecuencia no tenga apetito.
25 ciudarrealeños en 2008
La Clínica Londres coloca balones intragástricos desde 1996, y en sus instalaciones en Ciudad Real desde hace tres años. En 2008, según estimó la doctora Coronado, unos 25 ciudarrealeños se sometieron a este tratamiento con resultados satisfactorios.
Por su parte Morejón indicó que esta técnica se acompaña con ayuda psicológica para readaptar los hábitos alimenticios.