La investigación por la muerte del joven Gonzalo Buján en una riña el sábado en Herencia ha dado un giro este martes en los juzgados de Alcázar de San Juan. Hace unos minutos la titular del juzgado de Instrucción número 1 ha enviado a prisión provisional a J.F.C.F., un feriante de origen portugués afincado en Alcázar, y a su hijo R.C.U., como presuntos autores del “homicidio” de Buján.
Un poco antes, sobre las 21.30, ha decretado libertad con medidas cautelares (retirada del pasaporte y obligación de acudir a los juzgados dos veces al mes) del ciudadano rumano D.C.G., vecino de atracción (no empleado), que ha estado detenido con R.C.U. desde el sábado por la noche, pese a que su participación en la bronca no está tan clara, como sí la del padre, al que la Guardia Civil soltó el domingo.
Los feriantes de Alcázar le echan la culpa al rumano
“Mi defendido ha negado la participación en los hechos, ningún testigo lo ve en la bronca. La incriminación se produce porque los otros dos investigados y otros miembros de esa familia le han cargado las culpas cuando se ha visto que no hay pruebas”, ha explicado a Lanzadigital.com el abogado que lo asiste por el turno de oficio, Óscar Manuel Rivas, tras la renuncia de Antonio Ramírez (al ser Herencia se ha excusado para no tener que defender a ninguno).
El feriante rumano, que ha salido cuando ya se había marchado la gente concentrada en las puertas de los juzgados de Alcázar para pedir “justicia”, está “atemorizado”, según su letrado, porque no ha hecho nada y no entiende por qué ha estado tres días detenido.
El juzgado ha requisado unas pinzas de coche
Sobre las circunstancias en las que murió Buján, un joven de 28 años de complexión atlética, el informe preliminar de la autopsia determina que fue por una hemorragia cerebral por un golpe. Aunque en principio parece que sólo se emplearon los puños, se han requisado unas pinzas de coche con las que según un testigo -el amigo de Buján que participó en la riña-, le golpearon a él.
Una discusión trivial con una amiga de Buján
Tanto la amiga como el amigo del fallecido han testificado este martes ante la jueza instructora. Ambos han confirmado que todo empezó por una discusión trivial. Sobre las diez de la noche del sábado ellos dos y Gonzalo salieron del recinto en el que se celebraban los actos del Carnaval, la chica se puso a orinar al lado de la caravana en la que viven los feriantes, que le recriminaron lo que hacía, Buján salió en su defensa, los detenidos le hicieron frente y empezó la pelea de consecuencias mortales.
Fiscalía y acusación popular, que ejerce el Ayuntamiento de Herencia, han solicitado la privisión provisional para los feriantes de Alcázar y libertad para el rumano, como ha terminado decretando la jueza.
Durante toda la tarde entre ochenta y cien personas, amigos de la víctima, han permanecido concentrados en la puerta de los juzgados de Alcázar de San Juan, en silencio, con fotografías de Buján en las manos, y coreando de vez en cuando gritos de “justicia” y “asesinos”. La concentración, que ha seguido de cerca la Policía Nacional, se ha disuelto pasadas las nueve de la noche sin ningún incidente.