Más de seiscientos niños y niñas pasaron diariamente por Infantilandia durante las tres jornadas programadas en el pabellón Antonio Serrano de La Solana. Los chavales disfrutaron de cuatro zonas distintas de juegos y talleres, y estuvieron atendidos por una treintena de profesionales en todo momento.
El parque infantil más deseado por los chiquillos solaneros en Navidad volvió a ser un éxito de participación. El número de asistentes superó al de ediciones precedentes según señaló a la emisora municipal Radio Horizonte el técnico de Juventud e Infancia, Juan Pedro Ocaña. Así lo indicó tras la clausura de tres intensos días junto a los más pequeños de la casa y tras una ardua labor de preparación previa.
La valoración de Infantilandia ha sido más que satisfactoria porque los niños lo pasaron muy bien y no hubo que lamentar ningún percance reseñable, dijo el técnico. Se vendieron más de cuatrocientos sesenta abonos en total y en torno a unas doscientas entradas sueltas diarias, lo que da una media de más de seiscientos chavales cada jornada. Hubo momentos que estaba la pista totalmente repleta de niños, recalcó el técnico.
Hinchables, videoconsolas y talleres
El pabellón se dividió en cuatro zonas diferentes que proponían diversas alternativas de ocio. Una superficie estaba dedicada a juegos variados y videoconsolas, otra para castillos hinchables, una tercera para el desarrollo de talleres y un último apartado a modo de ludoteca para los menores de siete años de edad.
Una treintena de profesionales velaron por los niños y supervisaron el buen desarrollo de las actividades. Media docena de trabajadores del área de juventud e infancia, varios conserjes y casi una veintena de jóvenes en prácticas tras terminar los cursos de monitor de actividades juveniles y de actividades lúdicas en infancia estuvieron pendientes de los chavales.
Los niños fueron rotaron en las distintas propuestas, con especial atención a los talleres dijo Ocaña. En este sentido, argumentó que liquidaron todo el material de cada taller. Realizaron pulseras de aceite y pajitas, fundas para smarthphone, chapas decorativas, tatuajes, llaveros o manualidades navideñas, entre otros.
El técnico recalcó todo el trabajo que lleva consigo la preparación de Infantilandia, con muchas horas previas de organización incluso en Nochebuena y Navidad, aunque subrayó que merece la pena el esfuerzo para el divertimento de los niños.