La Gruta Teatro de Carrizosa ha reestrenado este mes su obra ‘Divorciadas, evangélicas y vegetarianas’, de Gusavo Ott dirigida por Karol Wisniewski , un espectáculo repleto de humor y crítica, “directo al corazón por el continuo y muchas veces ácido análisis que se hace de los sentimientos humanos”, explica la compañía.
La obra, con la que esperan seguir girando por la provincia y presentarla a certámenes como al premio nacional Escenamateur Juan Mayorga, se reestrenó en el teatro Tomás Barrera de La Solana dentro de la VI Muestra de Teatro Campo de Montiel. “Siempre es un placer actuar en este precioso espacio escénico, en este pueblo tan querido con un público tan receptivo”, explica Lucía Briones, la directora del colectivo.
Briones destaca que este tipo de iniciativas “son un impulso para la difusión del teatro aficionado y el fomento teatral en general”.
Beatriz, Gloria y Merche
‘Divorciadas, evangélicas y vegetarianas’ es una comedia que trata con humor las pequeñas cosas de la vida, en la que el espectador se puede ver reflejado. Las protagonistas son Beatriz, Gloria y Merche que, tras varias experiencias vitales, se sienten confundidas y luchan consigo mismas y la sociedad que les rodea, tomando conciencia de que deben ser respetadas.
En la representación suenan canciones de los Beatles, una referencia metafórica a las situaciones que se presentan en la obra “en la que recorren caminos sinuosos con el público como cómplice hasta hacerles reír a carcajadas”.
Se trata de un montaje en el que se rompe la cuarta parte, teatro dentro del teatro a través del cuarto personaje, Duna, la regidora de la obra, una nueva incorporación en el reestreno de este 2017
Fundada en 1996 en Carrizosa, una pequeña localidad del Campo de Montiel, La Gruta Teatro ha participado en más ocasiones en esta muestra teatral. En el año 2013 lo hizo con la obra ‘La comedia de Carla y Luisa’ de Alonso de Santos, dirigida por Lucía Briones.
En estos últimos años han estado centrados exclusivamente en montajes relacionadas con El Quijote y el Siglo de Oro, con los que han recorrido de forma altruista los pueblos de su comarca, tal y como lo hizo Alonso Quijano, dentro de las actividades promovidas por la Plataforma Campo de Montiel Origen El Quijote, para poner en valor sus pueblos en relación con la universal novela.