El también ecólogo acuático y miembro del Centro Regional de Estudios del Agua ha valorado la situación de sequía que vive el río Bullaque, que ha llevado en las últimas semanas a los alcaldes de la comarca a pedir que se desembalse agua desde el pantano de Torre de Abraham para mantener el caudal ecológico del río.
Florín ha recordado que el río Bullaque, como otros ríos, se puede secar y es natural que sea así, sin embargo ha insistido en que “casi todos sus tramos están regulados y encauzados, después de un fallido proyecto de restauración fluvial que costó 5 millones de euros y se sustrajo al propio seguimiento que teóricamente incluía”.
Como resultado, ha explicado, “el acuífero aluvial, el medio hiporreico, la vega y el medio ripario del cauce principal, además de la red anastomosada del mismo y afluentes, se ven privados de agua incluso antes del verano y en periodos húmedos”, debido a la regulación, por lo que, “llegada la sequía estival, no pueden amortiguarse de manera natural”.
Máximo Florín ha señalado que las afecciones ambientales que, según denuncian los alcaldes sufrirá el río al quedarse seco, son “muy cortas”, y entre estas consecuencias se encuentran la influencia que tendrá la falta de agua en los bosques de galería y otras formaciones vegetales riparias de gran calidad o las que sufrirán las poblaciones de fauna.
A estas consecuencias, este experto ha añadido otras, como por ejemplo que “el río Bullaque es uno de los últimos reductos de pequeños peces ciprínidos y moluscos náyades (mejillones y almejas de río) endémicos y de distribución restringida, a cuyas poblaciones afectará irreversiblemente este patrón artificial de desecación”.
Deficiente depuración
Además, ha indicado, “la deficiente depuración de aguas residuales y, sobre todo, la tremenda contaminación difusa proveniente de los cultivos de regadío de su zona regable no permitirían mantener un caudal de estiaje natural, so pena de convertir el río en una cloaca a cielo abierto”.
Para el profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, todo esto ocurre en “uno de los ríos mediterráneos de Europa occidental más singulares”, lo que ya de por sé es “muy lamentable”.
Y ha recordado que no menos importante es que las poblaciones ribereñas, sus autoridades y las entidades de desarrollo rural de la comarca del Valle del Bullaque llevan años “haciendo meritorios esfuerzos de diversificación económica, turismo rural y de la naturaleza y creación sostenible de empleo”, que en su opinión, también deben ser objeto de “atención inmediata”.
Finalmente, ha indicado que se debe determinar los caudales que deben correr en periodo húmedo y en periodo seco, se deben eliminar los encauzamientos y trabajar en la recuperación de las comunidades de ribera y de los cauces secundarios, para conseguir que “corra el agua del Bullaque por el Bullaque”.