La torre de refrigeración de Viesgo, que luce en la antesala de la Dehesa Boyal, tiene sus días contados. Es el próximo viernes la fecha fijada para proceder a la voladura y consiguiente demolición de la misma.
El protocolo de seguridad para esta demolición ya está definido, si bien la detonación de los explosivos será a las 12 en punto de la mañana y en cuestión de tres segundos la torre vendrá abajo.
El dispositivo de seguridad se pondrá en marcha a partir de las 7.30 de la mañana, con un primer proceso de vigilancia y acordonamiento de la zona –que se extenderá unos 50 metros de perímetro y que impedirá la entrada a la central térmica-, una hora después, se iniciará la expansión del perímetro de acordonamiento de la zona hasta los 300 metros y se procederá a la colocación del vallado.
Así, según el horario previsto, entre las 9.00 y las 11.15 horas se llevará a cabo la evacuación de todos los vehículos estacionados dentro de la zona acotada y a partir de las 11:00 horas se procederá a la evacuación del personal que se encuentre trabajando en la central y en las oficinas cercanas a la torre de refrigeración.
Quince minutos antes de la detonación, a las 11:45 horas, se cortará la carretera CR-502, que se volverá a abrir al tráfico a las 12.30 de la mañana.
La operación se anunciará cinco minutos antes con un tono largo de sirena y un minuto antes con tres tonos cortos. Además, se hará una cuenta atrás cinco segundos antes de la detonación y habrá un tono largo de sirena al final de la operación.
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