El mercado de la comunicación no se escapa a los vaivenes de la actual recesión económica, proyectado en las fuertes caídas de la publicidad, aunque, según dicen algunos profesionales, sólo los medios más localistas y regionalistas saldrán fortalecidos. Es más, sobrevivirán los que apuesten por las ediciones digitales de calidad, con redacciones que plasmen el pulso de una sociedad menos politizada. Nunca los medios digitales han tenido tanta importancia. Al hilo del 66 aniversario de la salida de Lanza, el 20 de mayo, esta reflexión sirve de punto de partida para analizar el papel del diario decano de la región, que destaca por su perfil social y su mensaje político más o menos contundente. Sin perder de vista una permanente revisión crítica del diario, puede afirmarse que Lanza ha sido un factor de vertebración de la provincia y, por ende, de la región. Así, ha venido cumpliendo el mandato constitucional de informar a la ciudadanía desde una perspectiva de servicio público. Ahora, con una potenciada versión en la red, inicia otra etapa apasionante.
Estos días estamos oyendo los ecos nada nostálgicos de “ha salido Lanza, ha salido Lanza”, tras su reciente renovación digital que en cuestión de semanas registrará más lectores que en toda una vida laboral. Pero el diario decano de Castilla-La Mancha no se jubila y, por contra, le sigue tomando el pulso a la realidad, con el fin de dar respuesta a las necesidades de unas generaciones que, prácticamente, sólo conocen la red para comunicarse e informarse. Lanza cumple hoy 66 renovados años, con una potenciada y ágil edición digital que está compitiendo desde hace días con otras cabeceras de importantes grupos de comunicación de la región. Aunque la empresa editora de nuestro periódico tiene titularidad pública, una fórmula inédita en Europa, las credenciales con que cada día se presenta tanto en el kiosco como en el soporte digital son la rigurosidad y la vocación de servicio a los ciudarrealeños. Es verdad que los medios de comunicación reflejan un mundo que poco tiene que ver con la realidad, centrados en competir y en seguir los contenidos de una agenda que marca el poder. Así lo alertaba el reportero polaco Ryszard Kapuscinski en sus últimos años dentro de un escenario mediático del que Lanza no se escapa. No obstante, pocos podrán cuestionar que por encima de estos intereses insalvables, el diario informa cada día sobre acontecimientos cercanos, sobre esas noticias con las que demostramos nuestra proyecciónsocial, sobre esos sucesos que le pueden ocurrir a sus vecinos, o sobre esas tradiciones que están a salvo de las nuevas tecnologías. Esta inspiración es la que ha perdurado a lo largo de los últimos 66 hermosos años, a través de diversas etapas en las que se superó la casi desconocida linotipia y se inició el proceso de impresión ofsset con fotocromía; y en las que se desahuciaron las máquinas de escribir para recibir una red de ordenadores que, al principio, sólo procesaban textos y que en la actualidad, a través de internet, pueden conectar con la propia Conchinchina (que también existe). Por ello, la cercanía y la puesta en valor del desarrollo socioeconómico provincial -ahora con el Aeropuerto Central como máximo referente del sistema intermodal de comunicaciones- componen una avanzada ventana al mundo, a través de lanzadigital.com. Y es que a lo largo de estas seis décadas, la reconversión tecnológica ha encabezado la gestión del diario, a la par que la dirección ha priorizado lo local con una visión moderna y avanzada para poder competir en todo el espectro del mercado. Ya lo decía el poeta Eladio Cabañero, “La Mancha es ancha y existe”. Buen hacer Nemesio de Lara, presidente de la Diputación, a la sazón, máximo portavoz de la institución editora, recuerda aquel día gris de 1943, en el que a la tarde se distribuyó a viva voz el primer número de Lanza. Con varias generaciones a la espalda, De Lara asegura que “abrir el Lanza por las mañanas no es abrir un periódico cualquiera”, ya que en el diario encuentra “un testimonio prolongado de buen hacer periodístico. Precisamente, De Lara destaca “el símbolo histórico de información” que supone el periódico en la sociedad ciudarrealeña, a través de la apreciación de “un sentimiento hermanador provincial”. En este sentido, entiende que “Lanza es un poco de todos los ciudadrealeños”, dado que “detrás de varias decenas de páginas diarias y constantes, se encuentra un equipo humano magníficamente capacitado y consciente de que forma parte de un proyecto colectivo”. De Lara mira adelante “con ilusión y plena confianza” porque, a su juicio, los periodistas “lanceros” cumplen las máximas de la profesión como son, en palabras del escritor y periodista francés del XVIII, el conde de Rivarol, “ver y saber, hacer ver y saber hacer”. “Yo creo que Lanza, en su conjunto, cumple con estos preceptos, y me satisface que así sea”, indica De Lara, que reconoce el esfuerzo “de sus profesionales” en mejorar la calidad del producto, tanto en el fondo como en la forma. Con todo, asegura que “en este 66 aniversario todos nos tenemos que felicitar, desde quien lo dirige, como toda su plantilla, sus colaboradores, los anunciantes y los responsables de la Entidad Pública Empresarial que lo edita”. Periodismo de empresa El director del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha de la Universidad regional, Isidro Sánchez, tiene palabras más críticas con el quehacer de los medios de comunicación en general. En su valoración insiste en que en los últimos años se ha pasado de un periodismo vocacional a un periodismo de empresa, en el que la cuenta de resultados y otras servidumbres perniciosas doblegan la obtención y difusión de la verdad desde la objetividad. Sánchez, profesor analista de la prensa provincial y autonómica, felicita a toda la plantilla del diario, pero alerta de “ciertos nubarrones”. En el caso del diario Lanza, afirma que “tiene que buscar procedimientos novedosos” en su versión digital para “sobrevivir entre tanta competencia”. Los diarios gratuitos, que han sido de los más afectados por la recesión económica, también “tienen su hueco”, dice, así como se refiere a la brusca bajada de la cartera de publicidad que ha de ser compensada por otras vías. Para el profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, Lanza “tendría que involucrarse más en su dedicación de servicio público”, con el fin de ser dar a los lectores aquello que demandan. Y es que hay medios impulsados por sectores ajenos a la comunicación que persiguen intereses también impropios de la praxis periodística que ampara la Constitución. Además de esta baja calidad democrática, se suma, en opinión de Sánchez, los bajos índices de lectura de periódicos de la comunidad, inversamente proporcional a las audiencias de televisión, una radiografiía que dificulta “cualquier proyecto editorial”. Por ello, Sánchez aboga por seguir la senda de un periodismo de calidad que fomente las informaciones locales, provinciales y regionales.