Las existencias de aceite de oliva de la provincia durante los once meses de la campaña oleícola 2016/2017 bajaron un 26% en dos meses, aunque son muy similares a las de 2016.
En concreto, hasta agosto (penúltimo mes de campaña) había 8.768 toneladas, según la Agencia de Información y Control Alimentarios (Aica), mientras que en junio se contabilizaron 11.751,6 t.
Igualmente, el informe de la agencia estatal publicado el 22 de septiembre sobre la situación de los mercados del aceite de oliva y la aceituna de mesa, la provincia contaba a 1 de octubre de 2016 con 8.210 toneladas de aceite, prácticamente la misma cantidad que al final de agosto tras unas salidas totales en la provincia de 58.368 toneladas.
El balance consultado indica que a falta de un mes para el cierre de campaña (el 30 de septiembre), la producción provincial era de 56.911 toneladas procedentes de las 78 almazaras ciudarrealeñas, además de otra cantidad adquirida de 2.033 tn.
Por meses, enero fue el que más ventas registró, con 14.650,5 toneladas, y en octubre comenzó con 3.352,2 t, un volumen mensual que se mantuvo en noviembre y diciembre en esas cifras y pegó la gran subida en enero, una de las salidas netas más altas de los últimos años.
En febrero se comercializaron 8.153 t, en marzo fueron vendidas en los diferentes mercados 7.039t, en abril, 5.773, un mes más tarde, 4.662 y en junio un total de 3.481, que bajaron a las 2041 de julio y se quedaron en 928,8 t en agosto, un mes que siempre marca los mínimos de estas ventas.
De otro lado, según los datos de la agencia estatal, las envasadoras (64), refinerías y otros operadores de la provincia guardaban hasta agosto otras 675,4 toneladas, el 22,3% sobre las 3.026 t contabilizadas a nivel regional.
Respecto a la aceituna de mesa, el análisis de la AICA consultado por lanzadigital informa de que las entradas mensuales de aceituna cruda fueron de 70,2 toneladas en Ciudad Real, 15 menos que hace un año, un 18% menos.
Campaña oleícola
Sobre el cierre, el pasado 30 de septiembre, de la campaña oleícola 2016-2017, la Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva) ha realizado un balance de la temporada, en el que destaca la bajada en producción, a nivel nacional e internacional, las escasas tensiones en el mercado y “el alza de los precios en España al convertirla en la bodega del aceite de oliva a nivel mundial con una cosecha de 1.286.491 toneladas, lo cual ha permitido al agricultor tener una alta rentabilidad por segundo año consecutivo”.
Enrique Delgado, secretario de esta organización, señaló a Lanzadigital que a 1 de octubre, las reservas para afrontar la campaña 2017-2018 a nivel nacional eran de 304.550 toneladas, entre las existencias de los envasadores, con 121.240 toneladas; las de las almazaras (tanto industriales como cooperativas), con 177.910 tn, y las 5.400 del Patrimonio Comunal Olivarero.
Este enlace, según dijo, será “se regulará bien” para abastecer el consumo (la demanda mundial es de 2.800.000 toneladas, frente a las 2.500.000 tn de producción), dado que las salidas medias mensuales son de 100.000 tn, a pocas semanas de la generalización de la campaña de recogida de aceituna, aunque la del próximo “será más problemática” si la sequía persiste.
Precisamente, la falta de lluvias retrasará la inminente campaña (aunque ya hay se está recogiendo en la línea gourmet), que tendrá “una excelente calidad”.
Con todo, este portavoz, dijo que la campaña oleícola ha finalizado “sin tensiones de mercado importantes y destacando la estabilidad en el ritmo de exportaciones, siendo las segundas en cuanto a toneladas de toda la historia”.
Precios
Respecto a los precios, Delgado dijo que son dignos, tras los alzas de los últimos días debido a las bajas existencias por la sequía y al manteniendo del nivel de ventas en el exterior.
Así, en origen las cotizaciones se han consignado entre los 3,8 y los 4 euros el kilo (dependiendo si es virgen extra; virgen o lampante), mientras que la venta al consumo está entre los 4,50 a 4,60 euros.
De cara a la próxima campaña, se espera un año con unos precios estables y con buena rentabilidad para los agricultores.