Tres ciudadanos colombianos que intentaron traer 103 kilos de cocaína desde Cabo Verde, vía Portugal, hasta una nave industrial en Carrión de Calatrava (Ciudad Real) se conformaron ayer con 6, dos de ellos, y 3 años de prisión, respectivamente.
En principio, el juicio estaba previsto que se celebrara hoy en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, aunque las partes pactaron una sentencia de conformidad que reduce la pena inicial que pedía el fiscal, 10 años de prisión para cada uno de ellos.
La nueva petición de pena deja en seis los años de prisión para el cabecilla de la banda, Ildefonso P.G., con 20 años de residencia en España, que era el que tenía alquilada la nave industrial, y para Omar Guillermo G.E., que vivía prácticamente en la nave.
Para el tercer implicado Dario F.S., la nueva pena es de tres años, al considerarse que su presencia en la nave no era habitual y que su trabajo sólo iba a consistir en colaborar en la distribución de la droga en España.
Para Omar Guillermo, en situación ilegal en España, su abogado defensor solicitó, basándose en este hecho, que la pena impuesta le fuera sustituida por su expulsión del país. A los tres, por otro lado, se les imponen multas individuales de casi 134.000 euros, frente al más de medio millón de euros que, de inicio, pedía la acusación pública.
Los hechos que han derivado en este juicio se iniciaron el 27 de mayo de 2008, cuando las autoridades portuguesas, en el puerto de Lisboa, revisaron de manera aleatoria dos contenedores vacíos procedentes de Cabo Verde que tenían falsos techos, en uno de los cuales se descubrieron los 103 kilos de cocaína.
Las autoridades portuguesas procedieron a incautara la droga, sustituyéndola por una sustancia inocua, salvo un paquete de algo más de un kilo, dejando seguir su camino a los dos camiones que llevaban los contenedores, dando aviso a las autoridades españoles de la ruta que iban a seguir hasta Carrión de Calatrava.
Este hecho, el que cuando fueron detenidos junto a la nave industrial el día 31 de mayo del año pasado, ha permitido alcanzar un acuerdo de conformidad en la sentencia y una reducción de las penas inicialmente solicitadas. El peso de la droga inacutada en España, 1020 gramos, con una pureza del 77 por ciento, reduce su peso a total a unos 800, considerándose para el acuerdo que no “era de notorra importancia”.