Los prejubilados de Minas de Almadén y Arrayanes (MAYASA) volvieron a concentrarse ayer en la Plaza de la Constitución de Almadén, frente al Ayuntamiento, para reclamar el cumplimiento de la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a pagar atrasos a los prejubilados y prejubiladas que habían trabajado en las empresas de la SEPI. En el caso de MAYASA, son un centenar los trabajadores prejubilados que abandonaron la actividad laboral en procesos de reconversión después de que los sindicatos firmasen acuerdos con la SEPI, y a los que se les garantizó que sus pensiones se actualizarían cada año en función del IPC.
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