Satisfecho con su trabajo en la escena, delante y detrás de los focos, Israel Elejalde recibirá este domingo el Premio Escena del XLIII Festival Internacional de Teatro Contemporáneo Lazarillo de Manzanares en el mejor momento de su carrera.
A punto de llegar a Manzanares, Israel Elejalde confiesa a Lanza que recibir este premio supone un “orgullo”, sobre todo por el largo recorrido del evento impulsado por la organización Lazarillo TCE y financiado por el Ayuntamiento y la Diputación provincial, “43 años que le convierten en un festival con solera”.
Nuria Espert, José Sacristán o Asunción Balaguer figuran en la larga lista de genios que han conseguido el Premio Escena, muchos a los que Israel Elejalde ha admirado desde que comenzó en el teatro, por lo que promete que llevará el reconocimiento “con dignidad y responsabilidad”.
Israel Elejalde asistió a una de las obras del FITC hace años
La verdad es que no es la única vez que el FITC Lazarillo pasa por la mente de Israel Elejalde, que reconoce haber visto una de las actuaciones programadas cuando era muy joven, y que casi estrena en el mismo festival su primera obra como director.
Manzanares tampoco es nuevo para el galardonado, que en la actualidad combina la grabación de una serie para RTVE, gestiona el Teatro Kamikaze de Madrid y prepara varios textos, pues ya ha pisado las tablas del Gran Teatro con alguna de las obras incluidas en la cartelera de invierno.
La idea de llevar el teatro contemporáneo a La Mancha, cuando en demasiadas ocasiones estas obras salen poco de las salas de Madrid o Barcelona, le apasiona, y de hecho considera que el FITC Lazarillo consigue el perfecto equilibro con Almagro, como referente para el teatro clásico.
Para Israel Elejalde “hay que convivir con el teatro clásico y el contemporáneo”, y es fundamental dar “visibilidad” al segundo, “como apoyo a las nuevas formas de expresión teatral y a la experimentación”. Por ello, mantener este festival durante tantos años, a su juicio, “habla muy bien de la gestión que ha tenido Lazarillo”.
El productor percibe “cierta esperanza” para la escena
Fiel a la reivindicación de que la escena sea un sector que “te permita vivir con dignidad”, Elejalde habla de la “efervescencia creativa” que han notado en los últimos años, “con nuevos actores, buenos y bien preparados, y nuevos directores jóvenes”.
Después de pasar varios años “con el culo al aire”, pues las Administraciones dejaron a actores, teatros, directores y demás prácticamente “tirados”, el galardonado señala que ahora siente “cierta esperanza”. “Observamos cambios poco a poco y la buena noticia es que por lo menos no vamos a peor”, concluye.
Sin embargo, Israel Elejalde, tras lanzarse a la producción, confiesa que está “muy satisfecho” donde está, y reflexiona que tampoco tiene grandes ambiciones, pues en estos momentos, afirma, “estoy rodeado de gente que admiro, estoy contento con mi trabajo y puedo vivir del teatro con dignidad”, algo que es harto difícil.