Las fiestas de la Virgen de la Paz volvieron a reunir a varios cientos de vecinos al calor de la hoguera en el centro de la ciudad. A las ocho de la tarde, la gran hoguera empezó a romper con el frío invernal y los manzanareños iniciaron su procesión con neveras, sillas plegables, parrillas, bebida y carne.
En coordinación con la Policía Local y Protección Civil, la calle Jesús del Perdón y algunas de las vías aledañas quedaron paralizadas para rendir honores en las segundas fiestas de los “santos viejos” de Manzanares, una de las más ligadas a la costumbre y a los sentimientos populares.
Entre morcillas, chuletas y chorizos, las “palomas” de la Paz endulzaron además los paladares. Isabel Parada, de la Hermandad de la Virgen de la Paz y la Oración en el Huerto, confirmó que tenían para repartir “6.580 palomas en paquetes de tres”, al mismo tiempo que reconocía que estas fiestas eran una “gran alegría y satisfacción” para los vecinos del barrio.
Asimismo, la hermandad organizadora, con la colaboración del Ayuntamiento de Manzanares, preparó una tómbola resultado de las donaciones realizadas por el comercio local donde el regalo estaba asegurado.
La procesión de la Virgen de la Paz pondrá el broche a los actos
La celebración concluirá este domingo por la tarde, a las 17.30 horas, con la procesión de la imagen de la Virgen de la Paz, acompañada de la Asociación Músico-Cultural Julián Sánchez-Maroto. El itinerario seguirá las calles Virgen de la Paz, General Aguilera, Pérez Galdós y Jesús del Perdón.