Los Reyes Magos llegaron el viernes a Manzanares con deseos de paz, solidaridad y fraternidad en el mensaje que dirigieron al vecindario. Antes de la cabalgata fueron recibidos en el Ayuntamiento por el alcalde. Julián Nieva les pidió salud y felicidad en general para la ciudad y que haya oportunidades laborales para todo el mundo. Sus Majestades recorrieron después las calles y repartieron 2.000 kilos de caramelos y toneladas de ilusión. La magia de estos reyes permitió que el tiempo respetara todos los actos previstos.
El día de los Reyes Magos en Manzanares fue muy intenso antes de una noche en la que visitaron los hogares para cumplir con muchos deseos. Por la mañana, Melchor y Gaspar -Baltasar estuvo repasando las cartas de última hora- estuvieron en la ludoteca, el CAI Municipal y en la carpa instalada en ‘La Pérgola’, donde se celebró un concurrido y ameno espectáculo circense gratuito organizado por la concejalía de Festejos. A continuación visitaron a los pacientes ingresados en el hospital ‘Virgen de Altagracia’ y tras la comida visitaron las residencias de mayores ‘La Milagrosa’ y ‘Los Jardines’.
Poco antes de las seis de la tarde llegaron en coche de caballos a la plaza de la Constitución. En la puerta del Ayuntamiento, ante muchas familias, fueron recibidos por el alcalde, Julián Nieva. El primer edil dio la bienvenida a Manzanares a sus majestades y les agradeció que trajeran la ilusión “que esperan y merecen los niños, que son el futuro”. También aprovechó para pedirles salud y felicidad en general así como una oportunidad laboral para todo el mundo. “Trabajaremos para lograrlo porque con una oportunidad de trabajo todo se simplifica y la felicidad es mayor”, expresó el alcalde ante los Reyes Magos.
Por su parte, en el saludo que transmitieron a la ciudadanía desde el balcón del Ayuntamiento, los Reyes Magos lanzaron un mensaje de magia. Gaspar dijo que era un día en el que cualquier sueño es posible y deseó que los mejores sueños se hagan realidad. Tras deseos de salud, paz, solidaridad, fraternidad y felicidad, y un “¡Viva los Reyes Magos!”, Melchor pidió a los niños y niñas que se acuesten pronto para recibir sus regalos. Baltasar, por su parte, pidió que Manzanares esté unido y se ayude todo el mundo. También reclamó a los pequeños que haya compañerismo en el cole y hagan caso a sus padres y madres. Los tres Reyes lanzaron después chucherías y balones al público congregado en la plaza.
Multitudinario recibimiento
Las previsiones meteorológicas no impidieron que el recibimiento a los Reyes Magos fuera multitudinario en las calles de Manzanares por las que discurrió la cabalgata. Comenzó a las siete de la tarde en la Estación de Autobuses y recorrió las calles Toledo, Virgen de la Paz y Jesús del Perdón.
Personajes infantiles como Mickey y Minnie Mouse, la Patrulla Canina, los Minions, Spiderman y un zancudo abrieron la comitiva real, integrada en su parte inicial por pajes del Centro Ocupacional sobre una carroza imperial del grupo de teatro ‘Vaya Cirio’, por la banda de cornetas y tambores ‘Virgen del Traspaso’, y por las zagalillas y zagales de las fiestas en una carroza tipo escalera de la Asociación de Motos de Otra Época.
El Rey Melchor y sus pajes llegaron en una carroza de la peña ‘Desbarajuste’ con caballitos de mar sobre unas grandes olas. Tras los pastorcillos y personajes de diferentes oficios que acompañaron a la resplandeciente estrella de la Navidad, el Rey Gaspar recorrió Manzanares en una carroza de la Hermandad del Cristo de la Columna con un camello que tiró del trono. El Rey Baltasar fue en la carroza de la Hermandad de la Virgen de los Dolores, una colorida alegoría con piezas de tetris, signos del zodiago y más de 3.000 flores de seda hechas a mano.
Cerca de una veintena de pajes a caballo de la Peña Caballista Manzanares completó esta cabalgata. Policía Local y Protección Civil se encargaron de que todo el desfile transcurriera sin incidentes. Al finalizar, sobre las 20.30 horas, Melchor, Gaspar y Baltasar bajaron de sus carrozas al inicio de la calle Jesús del Perdón y volvieron a la plaza para despedirse de los manzanareños. Después se dirigieron a cada hogar para seguir con su reparto de ilusión.
