La tradición del pastoreo en la infinita llanura manchega, del producto de la tierra amasado por la cultura popular, funde su esencia con la modernidad, la creación artística más transgresora y contemporánea, en una ‘encrucijada’ de caminos que hace gala de ese universo de contrastes en su propuesta turística.
Conocida por su potencial agroalimentario y logístico a nivel industrial, Manzanares surge ante el visitante como una ‘ciudad de museos’, que rememora su pasado al caminar por la ribera del río Azuer desde el restaurado Molino Grande, que sabe y huele al presente entre exquisiteces gastronómicas en el Museo del Queso Manchego y que también vislumbra el futuro del diseño ligado a la moda, pues si algo es vanguardia es el museo dedicado al modisto Manuel Piña.
Entre enclaves de alto nivel histórico como el Castillo de Pilas Bonas del siglo XIII -que en su día fue fortaleza de la Orden de Calatrava-, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del siglo XVI -una de las más grandes de la Diócesis de Ciudad Real- y numerosas casas solariegas que hablan de la historia agrícola de la ciudad, Manzanares sorprende con su propuesta museística, de la que formarán parte en breve el Molino Grande del Azuer con su pronta apertura y una exposición permanente sobre el diestro y poeta ligado a la Generación del 27 Ignacio Sánchez Mejías, herido de muerte en la plaza de toros de la ciudad en 1934.
A medio o largo plazo, sobre la mesa también está un Museo Etnográfico, que saque a la luz el inmenso patrimonio cultural que resiste escondido en cámaras, patios y cuadras, y un Museo de la Ciencia propuesto por el científico Julián Gómez-Cambronero que atraiga hacia los laboratorios al público infantil.
Desde su despacho del Ayuntamiento, un edificio de principios del siglo XX situado justo en frente del pórtico plateresco de la iglesia de la Asunción, el alcalde de Manzanares, Julián Nieva, confiesa su interés por participar en esa corriente ascendente que representa el turismo en la provincia de Ciudad Real.
“Tenemos un proyecto de ciudad completo, porque Manzanares es una ciudad industrial, potente en el ámbito de la agroalimentación y en la logística, con grandes proyectos económicos y desarrollo de empresas, pero también un municipio de servicios y cultural”, explica el primer edil.
Lo cierto es que Manzanares, además de propuestas museísticas y edificios de interés, tiene un importante movimiento artístico: “la vida del municipio circula en torno a la cultura” y prácticamente todos los fines de semana cuenta con actividades.
Manuel Piña estará presente en Fitur 2018
Enclavado en el Centro Cultural ‘Ciega de Manzanares’, desde donde las notas y los acordes de los instrumentistas de la Escuela de Música Guillermo Calero inundan el ambiente, el Museo Manuel Piña de Manzanares aparece como una joya bien guardada en la antigua bodega de una casa solariega.
La historia surgió en los años cincuenta bajo los retales de los populares almacenes Gigante en Manzanares y su protagonista llegó a reinventar la moda en la época de la democratización del prêt à porter en España con una explosión de formas, color y texturas que aún hoy denotan actualidad, dispuestas a inspirar a los diseñadores del porvenir.
Más de ciento veinte piezas: vestidos, chaquetas, faldas, bolsos y hasta zapatos, pendientes, brazaletes y figurines, hablan del fin de la ropa de tonos ocres y negros propia de la posguerra española y del paso al color y la sofisticación característicos de la ‘movida madrileña’ en los ochenta, con piezas que subieron a la Pasarela Cibeles y que llevaron referentes de la escena como Bibiana Fernández, Carmen Maura, Pastora Vega o Loles León.
Tal es la importancia que le concede el municipio a este museo que cumple su décimo aniversario que Julián Nieva adelantó que la propuesta de Manzanares para Fitur 2018 estará ligada a la figura de Manuel Piña.
El Museo del Queso ofrece un viaje para los sentidos
Apenas unos metros separan los diseños fantasiosos de Piña, por el desfile de los insectos y reptiles, del Museo del Queso Manchego y Colección de Arte, “único en toda Castilla-La Mancha” y el más visitado de la ciudad. Situado en otra casa solariega, esta vez de la calle Monjas, el Museo del Queso descubre la historia de este producto, la tradición viviente que existe en torno a su elaboración y conquista paladares con sus catas guiadas por la Denominación de Origen.
“Catar” es analizar el queso “desde el punto de vista sensorial, pues la vista, el olfato, el gusto e incluso el tacto convergen a la hora de realizar una buena cata; y qué mejor forma de cerrar la visita, tras pasear por las estancias dedicadas a exposiciones temporales y permanentes de arte, pintura, escultura o fotografía, que con un perfecto triángulo lácteo.
Fotografías, audiovisuales y utensilios queseros y ganaderos recuerdan a lo largo de sus diferentes salas el corral, la bodega, las cuadras o el jaraíz, la importancia histórica del sector primario en esta “tierra de pastores”, enclave de la trashumancia y hoy en día para la industria agroalimentaria.
La visita al Molino Grande del Azuer estará incluida en las visitas guiadas
Tras la donación del molino del Azuer por el manzanareño Juan Antonio Giraldo al Ayuntamiento, el primer edil asegura que en 2017 el ‘corazón’ de esta instalación, el lugar donde las piedras soleras y volanderas esperan para moler el grano como si el tiempo no hubiera pasado y el agua volviera a pasar por el regolfo, estará listo para su apertura al público.
Con gran parte de la maquinaria original restituida, la apertura del molino hidráulico del antiguo caz del río Azuer hará honores al Manzanares del cereal y de la uva, cuando el trigo y la cebada constituían la base alimenticia de los paisanos y sus animales en tiempos del rey Felipe II.
La intención del Ayuntamiento es incluir la visita al Molino Grande dentro de las rutas guiadas que cada fin de semana y de manera concertada organiza la Oficina de Turismo, una vez que esté completamente musealizado, con la introducción de paneles informativos y explicativos.
El Ayuntamiento y la familia del torero Sánchez Mejías ultiman la cesión de documentos
La exposición permanente sobre el torero Ignacio Sánchez Mejías y la llamada Edad de Plata de la cultura española completará el circuito, en palabras del alcalde, “una colección única, que vio la luz hace unos años en Sevilla por el setenta y cinco aniversario de su muerte, y que tiene un valor indiscutible”.
El Centro de Estudios Andaluces fue en 2009 el promotor de esta exposición, que mediante documentos gráficos y periodísticos, cartas y fotografías habla de la Edad de Oro del Toreo, la Sevilla de los años 20 y la Generación del 27.
Dedicado a Sánchez Mejías, el ‘Llanto’ de Federico García Lorca resulta el hilo conductor de esta exposición que en Manzanares pretende incluir, una vez acordados los términos jurídicos de la cesión, nuevos documentos aportados por la familia, para destacar “a un hombre excepcional, que fue mucho más que una figura del toreo”.
Para el Ayuntamiento, el lugar “más idóneo” para situar este museo sería en el casco histórico, por lo que en principio su ubicación podría ser la parte dedicada a exposiciones permanentes del Museo del Queso o alguna zona del Centro ‘Ciega de Manzanares’.
El Museo Etnográfico y el de la Ciencia están sobre la mesa
Con la intención de ser un enclave de obligada parada en una “propuesta turística integral” de las comarcas de Ciudad Real, que bajo el punto de vista del alcalde, “va más allá del fin de semana”, Julián Nieva adelanta la intención de sumar un Museo Etnográfico, que tenga que ver con la “cultura popular”, y que conjugue su potencial con la visita a las numerosas ermitas de la ciudad o con el paseo sosegado por el casco histórico, “por el que se transita de forma mucho más agradable desde la semipeatonalización”. La puesta en marcha de esta nueva propuesta estaría supeditada a la cesión de elementos y útiles por parte de las familias de la localidad, en muchas ocasiones expuestos al paso del tiempo y al polvo.
La antítesis de esta idea viene de la mano del científico y catedrático de biología molecular Julián Gómez-Cambronero, artífice del Paseo del Sistema Solar en el Parque del Polígono, y que ha propuesto al Ayuntamiento la creación de un interesante Museo de la Ciencia dirigido a estimular y descubrir las curiosidades del laboratorio a los más pequeños, un nuevo espacio museístico que encumbraría a Manzanares como ciudad dedicada a la cultura y al conocimiento.