El sexto sentido del escritor para observar la realidad, absorto en el detalle y en la paradoja, afloró en la Casa de Cultura en una charla que viajó por “mundos increíbles” y actualidad política a través de la mente de uno de los novelistas y columnistas “más extraordinarios de España”. El escritor Juan José Millás y el periodista José María Izquierdo abrieron el viernes el décimo curso de la Escuela de Ciudadanos de Manzanares con una tertulia distendida, profunda y en ocasiones divertida, que paró en Cataluña, reflexionó sobre el nacionalismo y que tocó letras, periódicos y libros.
La actualidad manda y la Escuela de Ciudadanos consiguió sacar a Juan José Millás, con ese semblante serio de Buster Keaton tan característico, su impresión de los acontecimientos en Cataluña. El escritor firmó hace unas semanas un documento en el que expresó, junto a otras personalidades, su oposición al referéndum del 1 de octubre, como “estafa para la democracia”. Las causas del conflicto catalán, Millás las tiene claras: “los intereses políticos bastardos, mezquinos, de hoy para mañana”, han llevado a esta situación.
El creador de los “articuentos” ironizó con que puede que, dentro de unas décadas, cuando salgan a la luz “documentos clasificados”, la sociedad conozca que Mariano Rajoy y Carles Puigdemont llegaron a un acuerdo para “darse votos mutuamente” y formaron semejante lío. Pues sí, “el anticatalanismo le ha dado muchos votos a la derecha” y Rajoy, el presidente que “nació de perfil”, lo ha aprovechado.
El “delirio” de los nacionalismos”
Con intereses tanto laborales como personales en Cataluña, Juan José Millás, que reconoció carecer de sentimiento identitario y que la idea de nación le produce cierta “claustrofobia” como a El Roto, lamentó la “fractura social” generada, una ruptura “al 50 por ciento que convive entre madres, padres, hijos y escritores”. El columnista además habló de los “brotes de fascismo” que empiezan a dar la cara: “al principio algunos actos pueden parecer inocentes, pero los pueblos pueden entrar en un delirio”, expresó.
La “tensión nacionalista” en Cataluña, a juicio del escritor, “siempre va a existir”, y resurgirá en cada generación, cada 30 o 40 años, pero está en manos de las autoridades políticas restaurar el consenso. Ahí ha estado el fallo, que, bajo su perspectiva, “ha dado lugar a que salgan personajes como Puigdemont, que mueven a la gente a ese delirio”. “Puigdemont sería esa persona que sale en la tele después de descuartizar a una abuelita y sus vecinos asombrados dicen que era un tipo muy normal”.
La otra cara del independentismo catalán la siente España, donde han empezado aflorar sentimientos nacionalistas que estaban dormidos. Juan José Millás afirmó con rotundidad que “el nacionalismo español es el peor” de todos, poco tiene que ver con ese otro nacionalismo catalán que “era familiar, educado, que no tenía una estética agresiva”. Franco salió a la palestra, entre banderas en los balcones, algún águila y manifestaciones, y los dos escritores reconocieron su preocupación, porque “no hay nada peor que dos nacionalismos desacerbados”.
La ‘Muerte’ de Espasa, la ‘Visión del ahogado’ y otras rarezas
Veintisiete años “sudando tinta” en la columna de la última página del diario El País y otros tantos más como novelista dan para mucho, por lo que Juan José Millás habló de literatura, de su iniciación a la lectura, de su primer título y de las enciclopedias. El público asistente a la Casa de Cultura empezó a comprender los “mundos” de Juan José Millás cuando desveló cómo llegó a ser un “lector enfermizo” y cómo cayó dentro de ‘Cinco semanas en globo’ de Julio Verne, por casualidad, un día de frío en la biblioteca pública de su barrio, una auténtica “rareza”, un lugar de cobijo para los niños que pasaban “la vida en la calle”.
También reflexionó sobre su extraña vinculación con la Enciclopedia Espasa, para la que años después hizo el prólogo de un recopilatorio, y de sus artículos, de ‘Mimetismo’ y ‘Muerte’. ¿Valía la pena conservan la vida al precio de parecer una mierda?, se preguntó Juan José Millás, en relación al gusano que simula ser un excremento para salvar su vida. Después, descubrió que durante toda su vida ha competido con la mezcla de humor y terror que le produjo el relato sobre el nacimiento de un niño en el lecho de muerte de su madre. “Y vivió muchos años y fue alcalde de Jerez”, concluía.
En la frontera, en el terreno donde coincide el sueño con la vigilia, Juan José Millás confundió realidad con ficción en su relato al referirse a ‘Visión del ahogado’, que se vendió bien en la feria del libro porque la tipografía se prestaba a la confusión con la palabra “abogado” en los años 70, y del sinsentido de ‘Cerbero son las sombras’ en la época del “experimentalismo”.
La búsqueda de la columna perfecta
Juan José Millás llegó a contar su fantasía más recurrente: “una vez soñé que escribía la columna perfecta”, hasta tal punto que “a partir de ahí fuera absurdo escribir otras”, “que fuera para el columnismo lo que El Quijote a las novelas de caballerías”. Quizás han estado cerca esas columnas de tres párrafos que simulaban “al ser vivo más perfecto”, el insecto, con una idea desconcertante en la cabeza, un tórax para respirar y el abdomen para hacer la digestión.
Placer y sufrimiento. Para Juan José Millás, que lamentó que el universo “sin comas” de Twitter vaya a aumentar sus caracteres a 280 porque se multiplicarán las “tonterías” en la red y que reconoció que muchas veces los textos se nutren de líneas “inútiles” porque suenan bien al oído, habló del miedo al sentarse a escribir y del “placer masoquista” de la escritura, pues “quizás cuanto más placer produce un texto, más sufrimiento conlleva”. Para Juan José Millás la escritura es como los bisturís eléctricos que fabricaba su padre, que abren la herida y la cauterizan en el momento.
Diez años de la Escuela de Ciudadanos
El periodista y director de la Escuela de Ciudadanos, Román Orozco, aprovechó la apertura del curso para dar las gracias a los conferenciantes que han pasado a lo largo de los últimos diez años por la Escuela de Ciudadanos. José María Izquierdo expresó que la Escuela de Ciudadanos de Manzanares es la representación de la “sociedad civil”, un gran ejemplo que seguir.
Más de cincuenta personalidades del mundo del periodismo, la política, la jurisprudencia y la cultura han pasado por la Escuela de Ciudadanos, entre ellos Almudena Grandes, El Gran Wyoming, Víctor Manuel, Baltasar Garzón o Josep Borrell. En la actualidad, la Escuela de Ciudadanos cuenta con el apoyo de la Diputación provincial y el Ayuntamiento de Manzanares.
Asimismo, la Escuela de Ciudadanos ha preparado una agenda de conferencias con gran variedad temática para este curso. El historiador Santos Juliá hablará de Cataluña en la próxima conferencia, aunque Teresa Ribera, Javier Sampedro, Paula Ortiz, María Guerra, Luis García Montero y Benjamín Prado también estarán entre los conferenciantes.
Tras agradecer el apoyo mostrado por vecinos de Manzanares y de toda la provincia en cada una de las conferencias, Román Orozco expresó también que la intención es terminar este curso con un concierto de un cantautor en el Gran Teatro.
