Belén Rodríguez
Ciudad Real
La rivalidad que enfrenta desde hace años a dos familias gitanas de Ciudad Real, los Cádiz y los Flores, los mismos que protagonizaron hace un año otro tiroteo con un herido en Pío XII, se saldó este lunes con nuevo enfrentamiento, esta vez irreversible. Un hombre de unos 37 años, y al parecer miembro de la familia Flores, fue tiroteado a bocajarro en la cabeza por otros tres varones a los que busca la Guardia Civil, que lo persiguieron por la autovía A-43 hasta darle alcance en el carreterín que comunica Almagro con Carrión de Calatrava, sobre las tres y cuarto de la tarde.
Según ha podido confirmar este periódico, los presuntos homicidas viajaban en un vehículo de alta gama que embistió por detrás a la furgoneta en la que iba el fallecido con su mujer, que recibió una pedrada en la cabeza y según confirmó el Sescam sólo tiene “heridas leves”.
Ella misma relató a los agentes que acudieron a lo que en principio parecía un accidente de tráfico que, tras embestirles por detrás con su coche, y salirse ambos vehículos de la carretera, del turismo BMW que los seguía (o los estaba esperando emboscado según otras fuentes) se bajaron tres hombres que sin mediar palabra disparon a su marido y a ella le dieron “una pedrada”.
Después huyeron campo a través con tanta premura que dejaron tirada en la zona el arma homicida, un escopeta de caza.
La Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación, ‘peina’ desde ese hora la zona, los caminos y casas de campo entre Carrión, Miguelturra, Almagro y la capital, con un amplio despliegue, que incluye un helicóptero, para localizar a los sospechosos, que cree que son los mismos tres hermanos implicados en el tiroteo de enero de 2013.
Mientras tanto en Ciudad Real y, al menos hasta las 23.00 horas, “no había ningún problema de seguridad ciudadana”, según fuentes policiales, que están alerta para que el conflicto no desencadene en más altercados.
Hace un mes ambas familias llegaron a un acuerdo en la Audiencia Provincial por el ‘episodio’ de enero del año 2013 , que saldó con penas prisión para un padre y un hijo de la familia Cádiz, que además aceptaron indemnizar a sus rivales con 13.500 euros que según explicaron recaudaron “con mucho esfuerzo”.