“Parece que ya ha llegado el día”. Con esta mezcla de ilusión y prudencia valoró el jefe de estudios del colegio de San Isidro, Manuel Rodríguez-Barbero, la publicación de la licitación de la reforma del centro. Una primera fase presupuestada en casi 674.000 euros que contempla la construcción de tres aulas de Educación Infantil, una de educación especial y una de fisioterapia. Según las previsiones de tramitación, la adjudicación se realizará a lo largo del mes de diciembre y las obras podrían comenzar a desarrollarse en febrero.
Rodríguez-Barbero señaló que el equipo directivo sabía lo que se ha publicado en prensa, ya que la última reunión con responsables de la Consejería de Educación fue en primavera. Allí se les informó de que cuando aprobaran el presupuesto regional para 2017 el proyecto del San Isidro sería, como ha pasado, de los primeros en reactivarse, apuntó el jefe de estudios.
El colegio espera estrenar nuevo aulario el próximo curso
El único contacto en este inicio de curso fue la visita de los servicios técnicos de Educación para recopilar más información de cara a la redacción de los proyectos de la segunda y la tercera fase de la remodelación. Unos trámites que, Rodríguez-Barbero comentó, podrían ir “más rápidos” en esa siguiente etapa, ya que la intención de la Junta es que las obras las realice la empresa pública Tragsa, lo que reduciría los plazos burocráticos de su licitación.
En el caso de esta primera fase, las obras empezarían en febrero con lo que el jefe de estudios confía en que el próximo curso los niños de Infantil puedan estrenar el nuevo aulario. “Lo ideal hubiera sido un colegio nuevo, pero la Junta decidió la reforma. Nos tocará convivir con las molestias de las obras, lo tendremos que asumir”, apuntó.
Desde el ampa del colegio la noticia también les ha llegado “por los medios de comunicación”, señaló su presidenta, Sherezade Heredia. “No nos han dicho nada desde aquella reunión, imagino que el proyecto es el mismo que nos presentaron”, añadió.
Así las cosas, Heredia prefirió esperar a ver el inicio de las obras para mostrar una alegría completa. “Esta primera fase debería haber estado a finales de este año, ya llevamos retraso. Pero si se inicia, bueno es. Lo que pasa es que, visto lo visto, somos prudentes. Hasta que no veamos allí a los albañiles no nos lo acabaremos de creer”, remarcó.
Sierra dice que un nuevo colegio “hubiera sido posible”
Mientras, el alcalde daimieleño, Leopoldo Sierra, habló de que se hace realidad “un anuncio deseado por todos” y agradeció la inversión de la Junta después de varios anuncios fallidos en las últimas dos décadas.
Un montante final de cerca de 1,8 millones de euros que Sierra comparó con los algo más de 1,9 millones de euros que ha costado el nuevo Divina Pastora en Manzanares para defender que “un colegio nuevo hubiera sido posible” en el espacio que había habilitado para ello.
“Con este proyecto se van a hacer tres módulos separados y una reforma de un edificio octogenario, sin que exista un área deportiva en la inversión. Pero la comunidad educativa no puso objeciones al respecto, y yo solo tengo que respetar la decisión”, añadió.