En esta nueva edición del Puertollano Winter Festival además de disfrutar de grandes músicos con mucha leyenda y a otros con un largo camino aún por recorrer, los asistentes a esta cita musical también tendrán la oportunidad de ser solidarios con los niños de Puertollano y sus colegios, aportando material escolar y de aseo a la entrada del festival. No es obligatorio, pero si así se hace se estará contribuyendo en una buena causa. Una colaboración que se realiza con la participación de la asociación Puertorock
Los responsables de esta iniciativa solidaria son Ni Un Niño Sin Lápiz, que da nombre a un colectivo sin ánimo de lucro. Éste surgió en agosto de 2017, a través de la propuesta de unos amigos, al ver las necesidades que hay en algunos barrios de Puertollano, y más concretamente de los niños. De ahí intentar dar una mejor adaptación escolar para las familias más necesitadas y que así tengan una educación digna, a pesar del colegio o barrio donde viva, siempre dentro de nuestras posibilidades.
El principal punto de referencia son los colegios, ellos informan del número de alumnos por ayudar y el material necesario en cada uno de ellos. Una vez realizada la campaña de recogida en distintos puntos de la localidad y recaudado el material necesario, éste se entregará a los colegios para su posterior reparto. También se utiliza Facebook como plataforma de información con el nombre del grupo ni un niño sin lápiz, en la que se pueden ver en sus publicaciones las campañas y entregas realizadas en este corto tiempo. A través de ella también podéis poneros en contacto con los miembros para informar de casos de necesidad que conozcáis, de esta manera se han podido ayudar a 4 niños de Marruecos junto con la asociación marroquí.
Han pasado 5 meses de mucho trabajo y en este poco tiempo de lucha, han sido muchas las personas a las que hemos visto ayudar en estas campañas, no solo con material escolar o juguetes, también con mucha ilusión, durante los conciertos a los que han asistido, en los puntos habituales o en el día a día entregándolos a los colaboradores del grupo, aportando lo que cada uno ha podido, un lápiz, una goma… porque aunque el saber no ocupe lugar, un lápiz nunca viene mal.