¿Abusó de dos niñas de 7 y 8 años un profesor de inglés de una reputada academia de Puertollano? Según las madres de las menores “sí”. Al menos es lo que les contaron las pequeñas en el mes de diciembre del año 2013, cuando pusieron la denuncia, y es lo que han ratificado en el juicio ante la Audiencia Provincial que ha comenzado hoy contra el maestro.
Cuatro años después parece que las niñas no lo tienen tan claro. De hecho sólo una de ellas ha testificado para decir que “no recordaba” muchas cosas de las que dijo entonces. La otra menor ni tan siquiera ha declarado (puede que lo haga este jueves), y su madre ha retirado la acusación particular. La progenitora ha salido llorando de la sala de vistas en la que se celebra el juicio a puerta cerrada y ni ella ni su abogado han querido hacer comentarios.
“Hay bastantes contradicciones en los testimonios, la cosa está en el aire, no podemos hacer ningún tipo de valoración”, ha explicado Rafael Pérez, el abogado de defensor del profesor, W.A.P., un australiano afincado en Puertollano, casado y padre de dos niñas, que insiste en su inocencia.
Las psicólogas forenses
Según esta parte el informe de las psicólogas forenses que están citadas para este jueves “será trascendente”. Opinión que comparte el fiscal jefe provincial Luis Huete, que ha preferido “no anticipar” cual será su criterio.
En el escrito de acusación del caso la fiscalía acusa al profesor de dos delitos de abuso sexual de menores de trece años por los que pide en total diez años de cárcel, ocho de libertad vigilada y una indemnización de 6.000 euros, 3.000 para cada una por “daños morales”.
Cuatro años apartado de cualquier trabajo
Su abogado insistió el martes en declaraciones a Lanzadigital.com en el grave daño que se le ha hecho a este hombre, “lleva cuatro años no sólo apartado de la enseñanza sino de cualquier trabajo”.
En la sesión de hoy también ha testificado por videoconferencia otra menor, compañera de clase de las denunciantes, además de personal de la academia que tampoco han querido hacer declaraciones.
En principio el profesor está acusado de sentar en su regazo en clase a las niñas que lo denuncian y aprovechar esa circunstancias para tocarlas.