Los promotores inmobiliarios de Campo de Criptana A.O.G. y R.O.G., acusados de una presunta estafa de 30.000 euros en 2008, están indignados por lo que consideran la temeridad de “unos especuladores que querían comprar nuestros pisos para revenderlos a un precio mayor”, que les han hecho pasar por ‘la pena de banquillo’ esta semana en la Audiencia Provincial.
“Lo único que hemos hecho es trabajar muy duro toda la vida”, ha explicado a Lanzadigital.com al final del juicio uno de los acusados, expropietario junto con su hermano del Grupo Casoli que entre 2005 y 2008 promovió la construcción de dos bloques de viviendas en Campo de Criptana y Pedro Muñoz. “Es ridículo pensar que invertimos más de 6 millones de euros [lo que costó levantar las viviendas] para estafar 18.000 o 30.000 euros, como dicen. Son ellos los que nos han perjudicado a nosotros”, asegura.
Los hermanos, que siguen dedicándose al negocio inmobiliario, quieren pasar página de una pesadilla que según han relatado dura ya nueve largos años (la demanda es de 2009). “No entendemos que la fiscalía esté ahí con la acusación particular y nos pida nada menos que cinco años de cárcel”.
En su contra la querella de dos matrimonios que en el año 2005 les entregaron varias cantidades de dinero (en total 30.000 euros) en concepto de señal por la reserva de unos pisos, uno en la promoción de Criptana y otro en Pedro Muñoz. Tres años después, con la obra terminada, los promotores dicen que estos matrimonios se echaron para atrás y les dieron largas a la hora de escriturar y formalizar la venta. “Les avisamos hasta en tres ocasiones, hasta que decidimos vender la sociedad a otra empresa, eso es todo”.
Sin embargo la acusación particular, que ejercen dos matrimonios con residencia en Palma de Mallorca y Valencia, sostienen que fue el Grupo Casoli el que desapareció de buenas a primeras y los dejó “colgados”, sin la señal y sin piso (uno de ellos compró después un piso mayor a la empresa Servihábitat que terminó quedándose con los inmuebles).
También consideran que utilizaron a una empresa pantalla, Reno Majars, para eludir sus obligaciones con estas personas, vendiéndoles su sociedad, algo que los acusados niegan.
Por estos hechos la fiscalía y la acusación particular acusan de los delitos de estafa e insolvencia punible y piden 5 años de cárcel para los dos hermanos, calificación que han ratificado hoy en la sesión final del juicio.
Los defiende el abogado de Cristiano Ronaldo
Los hermanos, principales acusados en el caso en el que también está procesada por la supuesta insolvencia una administrativo de Reno Majars, han recurrido a un prestigioso bufete de Madrid, el del magistrado en excedencia de la Audiencia Nacional José Antonio Choclán Montalvo (uno de los primeros abogados de Francisco Correa, y abogado en España de Mourinho y Cristiano Ronaldo, entre otros), “porque no entienden cómo la situación ha llegado hasta aquí, cuando esto no prospera ni en una reclamación civil”, insisten.
Choclán mantiene que las tesis de las acusaciones son “absurdas y temerarias”, y ha pedido a la sala no sólo la absolución para los hermanos sino que se condene en costas a los querellantes. El abogado considera que es imposible que exista un engaño selectivo, (los acusados vendieron pisos a otras personas en las mismas circunstancias y sólo han tenido estos problemas con dos). También ha apelado a que los supuestamente perjudicados querían los pisos “para especular o como segunda o tercera residencia, no como vivienda”, por lo que entiende que no cabe el tipo agravado de estafa por el que acusa la fiscalía.